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Estaba esperando a los chicos en Valdebebas, llegaban hoy de Vitoria después de haber ganado el partido contra el Alavés, gracias a los dos goles de Dani. Había tenido que traer en el coche a Theo, ya que como volvían después del partido, pues es lo que tocaba... Maldita sea cuando decidí que invitar a Theo era buena idea.

Salí del coche y fui hasta la residencia para esperarles allí, Theo me siguió pero estuvo a lo suyo hablando por teléfono, no tardé en ver el autobús y sonreí, se escuchaba la música de mi coche y algunos de los jugadores al verme empezaron a bailar, ellos sabían lo mucho que me gustaba la música y cantar siempre que podía. Mi hermano bajó bailando del autobús, algo muy gracioso, que dejó de ser gracioso en cuando vio a Theo conmigo.

-Luego te cuento... -le dije cuando dejó un beso en mi frente.

-Por cierto, Dani ha hablado conmigo... -me puse roja al momento -. Es tu vida, pero ten cuidado ¿vale?

Asentí y entró en la residencia para buscar algunas cosas a su habitación, luego salió Dani, que se acercó a mí y me besó sin que le importara que los demás nos vieran. En verdad el mayor problema siempre fue lo que Sergio diría, si ellos han hablado... Y Sergio no le ha matado... Hay vía libre.

-Hola. -le sonreí cuando se separó y reí cuando Isco, Asensio, Carvajal y Nacho le dieron una pequeña colleja al pasar por nuestro lado.

-Veo que hablaste con mi hermano.

-Hombre, aprovechando lo de los goles... Lo dejé caer ¿sabes? Para que hubiera menos tensión.

-Y parecías tonto.

Reímos y le besé de nuevo durante unos minutos antes de que tuviera que entrar en la residencia, le miré mientras entraba y luego me fui hasta el coche, llevaría a Sergio a su casa antes de dejar a Theo en la suya y ya luego me podría ir a la mía, allí estaría Azucena cuidando del perro y del león, al que esperaba ponerle hoy un nombre.

-Así que tu hermano ya habló con Daniel. -me dijo Theo.

-Sí, si no lo hacía él se lo iba a decir yo.

-Ya...

Nos quedamos en un silencio monumental y realmente incómodo, mi hermano salió del edificio y al momento nos volvimos al coche, Sergio se sentó en el asiento del copiloto y Theo en los asientos de detrás. Estábamos a mitad de camino cuando empezó a sonar Ni Tú Ni Yo, de Jennifer López, y no pude evitar mirar a Theo por el retrovisor, ¿lo peor? Que él me estaba mirando a mí y eso provocó que me pusiera nerviosa, más de lo normal.

Llegamos a casa de Sergio, que se fue no sin antes advertir con una mirada a Theo, este último decidió pasar al asiento del copiloto. Íbamos en silencio, nadie decía nada y no me gustaba eso, sabía que ese silencio podría acabar en algo que a ninguno nos iba a gustar. Llegamos junto a su casa y paré el coche, decidí salir del vehículo también, primero porque quería despejarme un poco y segundo porque sabía que acabaríamos hablando de algo.

-Bueno... Nos veremos el Lunes, supongo... -dijo él caminando hacia su casa.

-Claro...

Él entró en su casa y yo me quedé un poco más fuera tomando el aire, y creo que en el fondo, esperando a que Theo saliera de nuevo y pudiéramos hablar.

***

Acababa de llegar a casa, saludé al perro y al leoncito, que vinieron al oír la puerta, Azucena estaba en el salón viendo la tele, bueno, estaba durmiendo más bien. Me fui directa a la cocina para beber un vaso de agua, poco después sentí el timbre de casa. Salí de la cocina, Azucena se había levantado pero le dije que se fuera a la cama, que me encargaba yo, seguramente era Dani.

Cuando abrí la puerta, ni tiempo me había dado para fijarme en quién era porque ya me había cogido de la cintura y me estaba besando, tampoco me dio tiempo a responderle porque se había separado de mí y me había dejado confundida.

-¿Tienes algo serio con Daniel? -negué confusa -¿Me odias? -volvía a negar -Entonces, si después de esto quieres darme la patada lo entenderé, pero al menos déjame intentarlo.

No supe que responder porque me había pillado totalmente por sorpresa, me volvió a besar en consecuencia de mi silencio. Esta vez le respondí antes de que pudiera arrepentirme por lo que estaba por hacer, comencé a caminar hacia atrás tirando de su camiseta, la cual tenía agarrada con un puño, hasta que él cerró la puerta con mi cuerpo.

Estaba en un momento en el que no sabía qué quería. Sus manos fueron a mis piernas y delicadamente me cogió en cuello, comenzó a caminar con mucho cuidado y empezó a subir las escaleras de la casa, cuando estuvimos en el piso de arriba, me bajó de nuevo y me dejó contra una de las paredes del pasillo. No sé por qué razón mi cordura decidió volver e hizo que separara a Theo de mí.

-Escucha... -bajé la mirada -No quiero volver a pasar por lo mismo de hace tiempo... No quiero que...

-Te tengo en la cabeza desde que nos vimos el día de mi presentación, no quiero hacerte daño. -le miré y su mirada era sincera, al igual que sus palabras.

Salí de entré su cuerpo y la pared y caminé hacia la puerta de mi habitación, cuando cogí el pomo con la mano intenté relajar la mente y el cuerpo y miré a Theo por encima de mi hombro. Esa simple mirada le hizo llegar hasta mí y abrazarme por detrás para luego esconder su cara en mi cuello y dejar besos en él. Entramos dentro e hice que lentamente dejara de besar mi cuello para sentarle en la cama, él se quedó mirándome mientras me quitaba la camiseta. Luego me senté en sus piernas y cuando terminó de mirar mi cuerpo, volvió a mirarme a los ojos y me besó.

Sabía que esto estaba mal, sabía que esto iba a acabar mal, pero también sabía que acabaría cayendo en sus encantos, pero no esperaba que fuera tan pronto.

No esperaba que Theo Hernández me fuera a revolucionar la vida.

Ramos |Theo Hernández|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora