P R I S I O N E R O

¡Date una ducha!

Disculpen la tardanza. Realmente no había actualizado por falta de inspiración, incluso pensé en cancelarlo. Pero ya estamos aquí así que solo lean y denme sus comentarios >:v

Estaba hecho polvo, su cuerpo estaba entumecido debido al ejercicio al que se veía obligado a hacer, el hedor que emanaba de su cuerpo por la falta de baño era más que notorio, su cabello olía a aceite barato de cocina, y para finalizar últimamente los demás reclusos disfrutaban de molestarlo.

-¡Pero si es Apestomaki! –Tobi entraba a la biblioteca, su lugar de refugio. Pues muy pocos iban a leer. Algunos iban a intercambiar cosas ilegales o drogarse. Naruto se mantenía alejado en una esquina leyendo tratando de no llamar la atención.

-¡No grites! –murmuró reprendiéndolo.

El pelinegro lo ignoró. –No te lo tomes a mal pero enserio ¡Date una ducha! –Naruto por mera vergüenza ocultó su rostro entre las paginas del libro.

-No es como si disfrutara de esto. –murmuró con el ceño fruncido.

-Olvídate del pudor. –recomendó. –Sé que es raro bañarse con un montón de hombres con la verga al aire pero es lo que hay. –

¡Es mucho más que raro!

Pensó frustrado, se mordió el labio inferior.

-Sin mencionar que tienes que cagar mientras haces contacto visual con alguien, es asqueroso e inhumano pero... -rápidamente cortó su habladuría. –Nunca has entrado al baño... ¿dónde has estado haciendo tus necesidades todo este tiempo? –

Naruto casi llora por la humillación, se rehusaba a contestar esa pregunta.

Tobi suspiró al ver a su pequeño amigo hecho bolita en la esquina de un estante, con un libro cubriendo su rostro. –Realmente no me importa, y tampoco es mi asunto pero. –olfateó un poco el olor poniendo una cara de desagrado. –Deberás limpiarte pronto, de lo contrario los guaridas van a tomar cartas en el asunto, y créeme que no tendrán piedad por un flacucho como tú. –

Parecía que Tobi amaba recordarle su situación de mierda a cada segundo. Pero no podía culparlo.

-Claro, trataré...-respondió.

-Me voy. –Dijo llevándose el famoso libro del mago con lentes.

-¿Harry Potter? –preguntó con sarcasmo y hastiado.

-¡Claro! –dijo con orgullo. –Me encanta la fantasía, si tuviera una de esas varitas ya te habría quitado el mal olor. –

Naruto puso una mueca de indignación y enojo. Pero antes de lanzarle algún insulto el de cabellos negros salió del lugar.

Vio el reloj en la pared y con desgane se levantó faltaban quince minutos para empezar a preparar la cena, y no quería problemas con la explosiva Karin.

. . .

Sasuke observaba con desgane la fila para la comida, esta ocasión Naruto no estaba sirviendo, por lo que no tenía de quien burlarse.

Desde hace días había estado observando al rubio, buscando una señal de que sus sospechas fueran acertadas.

El muchacho actuaba raro, estaba por demás decirlo. Sin mencionar que le tenía pavor al agua. Porque verdaderamente nunca tomaba un baño. Sonrió, faltaba muy poco para que los guardias lo notaran y lo sancionaran por incumplir las reglas.

Luego estaba Suigetsu y su plan de emboscar al rubio, sin duda era una completa locura. Puesto que solo se meterían en problemas.

Y tampoco se le había pasado por alto que un hombre de apariencia elegante y con muy buena presentación lo visitaba, sería algún familiar, llegó a pensar el azabache.