Capítulo 29

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Buscar a Zelig resultó mucho más difícil que buscar una aguja en un pajar, como él casi nunca iba a la cafetería, tuve que buscarlo por toda la escuela. Revisé cada uno de los salones y en ninguno estaba, revisé los pasillos, entré en los baños y nada, él no estaba en ninguna parte. Puse a andar mi cerebro y algo llegó: «Lo he visto componer algo», resonó la voz de la profesora Müller en mi cabeza, por supuesto, ese era el único lugar que no había revisado, el salón de música.

Subí corriendo las escaleras, tropecé con un escalón y me golpeé en la barbilla, en la rodilla y me partí el labio, agradecí que fuese la hora del almuerzo, pues esa era la escalera más concurrida y tropecé de la forma más homosexual que existe. Me incorporé rápidamente y vi hacia los lados, no había nadie, suspiré aliviado. Terminé de subir y llegué al pasillo de los salones, el salón de música era uno de los primeros. Me acerqué a la puerta, se escuchaba un piano, abrí lentamente la puerta y vislumbré a Zelig, no me vio entrar ni me escuchó, estaba absorto en su interpretación, no reconocí la melodía, tampoco me sonaba familiar, ¿qué era esa melodía tan bella que estaba tocando?

Me acerqué por detrás suyo, sobre el piano estaba su viejo cuaderno, ese que yo había echado a la basura el día que limpie los instrumentos, el cuaderno estaba abierto, pero no alcancé a leer nada, solo vi unas notas dibujadas sobre las líneas de la hoja, supuse que usaba esas líneas como pentagrama.

-¿Qué haces? -me atreví a interrumpirlo. Zelig se sobresalto, cerró el cuaderno de golpe y se volvió hacia mí nervioso.

-H-Hola, Neferet, ¿qué te trae por estas tierras lejanas? -sonrió nervioso.

-Vine a verme -me enderecé-. Quiero hablar contigo sobre algo.

-S-Si C-claro, de lo que quieras -se volvió hacia el piano-. ¿Algo en especial sucedió?

-No, pero...

-Espera -me interrumpió- ¿Cuánto escuchaste? ¿Llevas rato ahí?

-Escuché algo, sí. Me pareció una melodía muy bonita.

-A-Ah, ¿si? -se volvió hacia mí, tenia la cara muy roja.

-Sí, pero no la reconocí, ¿es de alguna película? -me senté a su lado.

-Esto... ¡Sí! Es de una película. -comenzó a golpear el suelo con nerviosismo.

-Mmm... -me puse pensativo-. ¿Es de la nueva película de Tim Burton? «El Diario del Esqueleto Andante»

-Sí, esa misma. -asintió varias veces con la cabeza-. La vi un par de veces y me gustó mucho la canción y quise...

Comencé a reír, no existía tal película.

-Zelig, Zelig -le interrumpí, comenzó a canturrear un melodía y a hablar rápidamente-. Esa película no existe, solo te estoy tomando el pelo.

Palideció, me puse de pie y agarré el cuaderno que estaba sobre el piano, él intentó quitármelo, pero fui más rápido y salí de su alcance.

-Veamos, que estabas tocando.

-No, por favor, no -dijo desesperado.

-Shh, silencio -le espeté. Comencé a pasar las páginas, todas estaban llenas de garabatos y tenían signos irreconocibles, la caligrafía de Zelig daba mucho que desear, era muy ilegible y apenas entendía algo, pero no había nada importante. Varias páginas con partituras de grandes obras, otras de películas y una de... De una canción nueva, escrita por Zelig-. «Neferet's Song» -leí por lo bajo. La partitura aún seguía en proceso de redacción, la página estaba llena de garabatos, correcciones y anotaciones, ¿él estaba escribiendo una canción para mí?

Como te odio [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora