Capítulo Perdido: Los planes de Blaz Pt.2

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Abrí los ojos lentamente, estaba sumamente exhausto y un poco aturdido, los cambios entre Zelig y yo cada vez eran más constantes, pese a que Zelig me había dejado el control total de su persona hace 7 años, cuando Strom murió en un accidente, él comenzó a resistirse y en cada cambio podía sentir como una parte de mí se esfumaba, ¿acaso Zelig volvió a tomar su medicamento? Imposible, yo mismo se lo escondí y era el único que sabía dónde estaba.

Llevaba unos días observando a Neferet, siempre lo hacía a la misma hora, pero nunca lograba abrir la ventana de su habitación, algo la mantenía bloqueada por dentro, la única opción que tenía era entrar por la puerta y averiguar qué era lo que me obstruía la entrada.

Ese día Zelig estuvo al mando desde que salió el sol hasta llegada la noche, por lo que no sabía donde diablos estaba.

Inspeccioné mi entorno, estaba sobre un colchón, en una habitación con techo inclinado y paredes blancas, giré hacia mi izquierda y vi una cabeza rubia a la misma altura que yo, levanté un poco la vista y me topé con mi pelinegro favorito, Neferet.

Un momento, si Yale y yo dormíamos sobre colchones y Neferet sobre una cama, eso significaba que estaba en su habitación, ¿cierto? Me puse de pie con cautela, si definitivamente era su habitación, lo supe cuando vi la encimera llena de esferas de cristal que había visto la primera noche que trepé en el árbol. Caminé lentamente hasta la ventana, todo parecía normal, excepto por algo, en la parte de abajo, fue del alcance de las personas, había una pequeña pieza rectangular color negro que se conectaba con otra más arriba en la ventana, no sabía que era, pues en los años que llevó abriendo cerrojos, nunca me topé con algo parecido. Me acerqué más a la ventana y estudié el pequeño artefacto, sin lugar a dudas era muy poderoso, pues para ser tan pequeño mantenía firmemente cerrada la ventana, examinarlo con los ojos no me bastó, tuve que tocarlo para saber más sobre él, pero me lamenté cuando lo hice, como si de una pistola se tratase, la pieza hizo un fuerte ruido y la ventana se abrió de golpe. Neferet, que por lo visto tenía el sueño ligero, abrió los ojos un poco aturdido y volvió a cerrarlos al no entender nada.

-Lo has hecho mal -dijo entre sueños- debes mojarte el dedo para que no se abra de golpe.

Me extrañé, cerré la ventana y volví a intentar, pero esta vez me humedecí el dedo con mi propia saliva, dio resultado, la ventana se abrió normalmente.

-Vale, eso ha sido muy fácil, gracias pequeñín -sonreí ampliamente. Volví a cerrar la ventana, giré sobre mis talones y me dispuse a dormir de nuevo, no sin antes apreciar a mi pequeña presa dormir, no podía evitarlo ¡era tan adorable!

Ahora que sabía como se abría la ventana, entrar en su habitación no sería nada difícil, estaba impaciente ante aquello, aunque tenía en esos momentos ganas de llevarme lo que fuese, me pareció más oportuno y más divertido esperar, me causaba gracia ver como mis presas se desconcertaban cuando comenzaban a perder cosas sin valor alguno pero que aún así tenían un apego emocional. No puedo mentirles, solo hacía todo esto por mera diversión, Strom le enseñó cosas muy valiosas a Zelig y, aunque él se negó a usar sus conocimientos para herir a alguien, yo disfrutaba todo lo relacionada con observar personas hasta el punto de que llegaban a creer que alguien los acosaba, era mi forma de distracción.

Iba a tumbarme en el colchón, pero algo me vino a la mente, debía poner un micrófono en la habitación de Neferet, así estaría al tanto de lo que sucedía. Para mi buena fortuna siempre llevaba un micrófono, junto con un receptor, en mi mochila, nunca se sabe cuando será útil. Saqué el micrófono y lo instalé justo debajo de la cama de Neferet, donde nadie pudiese verlo. Como sabía que no podría estar al pendiente de ese micrófono todo el tiempo, usé el que almacenaba las grabaciones durante 48 horas, solo bastaba con venir y descargar la información en mi portátil, hasta en mi teléfono de ser necesario.

Como te odio [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora