El Cantinero [AU viktuuri] [M-preg]

¿nervios?

Katsuki Yuuri no sabia en donde meter su cabeza para que el apuesto albino de ojos zafiro, no notara su intenso carmesí en sus mejillas.
las palabras antes mencionadas por el Ruso le hicieron quedar en esa reacción.

Como si no hubiese dicho nada, se volteo tratando de evadir ese intenso zafiro que mostraba una reluciente sonrisa al lograr su cometido.

Posterior a aquello tomo una gran bocanada de aire y volteo. Trato de cambiar la conversación bruscamente.

—¿deseas otra bebida?–su notable sonrojo no bajaba.

Por lo que el increíble Ruso fruncio el ceño y sus labios, dando a entender que estaba próximo a realizar un lindo puchero debido al cambio repentino y falta de respuesta por parte del nipón.

—Yuuri...~

El albino pronuncio en forma de reproche. Sus mejillas infladas con un leve tono carmín y su ceño fruncido, se cruzo de brazos mientras se acercaba mas hacia la barra que separaba al Ruso del nipón.

—¿V-viktor?....–pregunto dudoso al notar los reproches por parte del albino. Notar la mirada de viktor le provoco un sentimiento hermoso.

—Yuuri...no respondiste a mis palabras. –se acerco mucho mas para pasar aquella barrera en espera de una disculpa por parte del nipón.

Mas sin embargo, consiguió algo muchísimo mejor que una disculpa, Algo que no se imaginaba que pasaría.
Su amado japones le había robado un pequeño beso al ver como el ruso cerraba sus ojos.

POV VIKTOR

Sentí de nuevo esos deliciosos, suaves, rozados y carnosos labios sobre los mios. Aunque solo haya sido algo corto, un roce...no podía evitar abrir los ojos de la impresión. Por supuesto, me quede en shock al poder sentir ese pequeño gesto por parte de Yuuri...
Me sorprendió el hecho de que tomara la decisión de iniciar esta vez.

Antes de poder seguir anonadó, escuche una risa cantarina, tan perfecta y dulce...por obviedad era de MI Yuuri. Esa acción me obligo a salir de mi ensoñación para darle paso a mi vista, la cual, se dirigió inmediatamente al maravilloso hombre que se posaba alegre frente mio.

Esa sonrisa...
Esa maldita sonrisa me traía loco.

—viktor...gracias por esas lindas palabras. Espero que te haya gustado tu recompensa por tan magnificas palabras...—

Esbozo esa hermosa sonrisa que adoro y me tiene fascinado.
Me acerque decidido, esbozando una amplia sonrisa y una peculiar vista coqueta que hace años que no sentía.

Estaba decidido. Le pediría una cita de nuevo a Yuuri.
Lo llevaría al cine, después a comer a un elegante restaurante y posterior se hirian a pasear por un parque tomados de la mano, mientras compramos helado para la ocasión.

¡si!  Era un excelente plan. Quería enamorar a ese lindo japones, para que fuese su pareja, vivieran juntos... Se casaran, tendrían una vida de casados, lo vería despertar a su lado, Harían el amor cada noche y tendrían una hermosa hija.

Si, perfecto.

Eso suena como un increíble plan para una persona normal, mas sin embargo, el tenía la vida mas catastrófica, cruel e injusta que pueda existir.

Tendría muchas complicaciones para poder vivir feliz a lado de Yuuri pero... ¿de eso se trata la vida no? De salir adelante y lograr tus objetivos y sueños sin importar los obstáculos.

Anhelaba esa felicidad, y ahora que la he encontrado no la dejare pasar por alto.

Es por ello que me dicidi a comenzar con el plan, y opte por invitarlo. Debia enamorarlo.