08. Pequeña

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Relata Mina

-¡Momo, báñate no más! - Para mí era un alivio poder decir eso.

Su habitación (que en realidad era mía también, porque estaba en mi casa) apestaba a departamento de soltero.

Al entrar era solo desorden, oscuridad y olores que solo Dios y yo sabemos que existen. Pero bueno, Momo estaba devastada y yo quise ayudarla, no me podía retractar por muy complicado que fuera.

En realidad adoptarla fue como tener un gatito, uno muy triste... y hediondo.

Jeongyeon había ido a la casa ese día con una bolsa de jokbal para hacer que Momo salga de su cama. Dijo que quería que ella la acompañara a no sé donde, no entendí. Tampoco sé si quería que yo igual fuera, pero estaba jugando play así que de todas formas no quise salir.

-¿Tan mal quedó? - Asentí.

-Todos los días se lamenta haber sido tan tonta, tan pendeja, tan idiota, tan caliente, tan bla bla bla.

-Nayeon debe estar super mal igual.

Suspiré, todas sabíamos que Nayeon estaba peor que Momo.

-De hecho sí... pero me preocupa Dahyun. Chaeng me dijo que Nayeon la trató super mal, que la odia y que no la quiere ver ni en pintura.

-¿Hablas con Chaeyoung?

-Sí... por qué.

Me pareció extraña la pregunta de Jeong, al fin y al cabo somos colegas en la pega y tenemos amigas en común ¿Era extraño que yo hablara con ella? Iba a decir algo más pero sentí mi celular vibrar en el bolsillo de mi pantalón. Justamente era Chaeyoung.

-¿Aló?

-Mina, hola ¿Cómo estás? - me disculpé con Jeong y salí de la cocina.

-H-hola, bien ¿Qué pasó?

-¿Te quedan preventas? Se me acabaron y necesito vender cuatro más.

Hice memoria y caminé hasta mi habitación para buscar las preventas.

-Porfi porfi porfi - insistió.

-Sí, me quedan unas cuantas.

Tenía las entradas en la mano. La verdad es que me quedaban todas, no había vendido ninguna.

-¿Las puedo ir a buscar un ratito más?

Asentí rápidamente. "Qué idiota Mina, no te está viendo" pensé.

-S-sí, ven no más, te espero.

Jeongyeon se llevó a Momo y de pronto ya me sentía sola. A pesar de que Momo no hacía mucho ruido esos días, yo notaba su presencia.

Me pregunté si debía vestirme, si debía ordenar un poco y/o bañarme aunque sea para recibir a Chaeng, pero había demasiada flojera dentro de mí. Así que solo me limité a ordenar lo que era más visible y volví a hundirme en el sillón para seguir jugando.

-

-Hola Mina.

Una Chaeyoung vestida de uniforme escolar besó mi mejilla y entró al departamento.

-Y sorry por la hora.

Hizo una mueca humilde. Yo solo me encogí de hombros, ni sabía qué hora era.

-¿Quieres un té? - le dije entremedio de un bostezo.

-Ya, bueno... vengo del liceo*.

Dejó su mochila sobre el sillón y se sentó (más bien, se desparramó) al lado.

girl crush | namo michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora