17. El novio

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Relata Nayeon

El dolor de cabeza no tardó en manifestarse a penas despegue mis parpados pesados por el cansancio y supongo la falta de hidratación. Después de todo, combinar cerveza con vodka no era una buena idea incluso aunque estuvieses en las condiciones de nosotras unas horas antes.

A pesar de que me costó levantar el cuello para separar mi cabeza de la almohada, lo primero que vi después de parpadear lento para no marearme fue una cabellera castaño claro asomándose bajo las mantas. Hace unas semanas que Momo ya no estaba rubia y la verdad es que le quedaba mucho mejor el tono nuevo.

Sonreí de medio lado como pude e intenté mover mis labios, pero el sabor de la resaca era tan horrible que preferí mantener la boca cerrada para evitar salivar.

Y ahora que lo pienso, lo único agradable esa mañana fue el aroma del perfume de Momo impregnándose en mis narices.

Busqué mi celular para revisar la hora, al no poder encenderlo supuse que estaba descargado, pero no tenía un cargador a mano como para solucionarlo. Por lo que estiré mi mano por sobre el cuerpo de Momo conteniendo las ganas de abrazarla y tomé su celular, que como siempre, estaba entre la almohada y su brazo derecho.

Momo tenía la costumbre de dormir boca abajo, varias veces en el pasado tuve que moverla para que se acomodara y pudiera respirar normalmente.

Un día de estos se va a ahogar.

Me sorprendí al encender la pantalla. Aún tenía esa imagen de fondo, la misma foto que le saque casi un año atrás.

Flashback

A pesar del frío, deciden caminar hasta al punto de encuentro con Mina, incluso si eso significa llegar 30 min tarde solo por el hecho de querer estar a solas un poco más de tiempo.

Nayeon sostiene la mano derecha de Momo entre sus dedos y la lleva a su bolsillo, lo cual Momo agradece porque es la mano que no lleva guante. (Nayeon ha dejado olvidados los suyos, por lo que Momo siente la necesidad de compartir los de ella.)

Las luces de los faros iluminan los pómulos y nariz de Nayeon, que es lo único que lleva descubierto. La capucha del abrigo que lleva le cubre hasta los ojos bloqueando la mitad de su visión y Momo se aseguró de que la bufanda que le prestó le cubriera hasta la boca para evitar que se enferme.

Momo encuentra que es adorable la manera en que su novia tiene que levantar el mentón para poder ver hacia donde caminar sin tropezar.

Aunque Nayeon no lo hace por seguridad, sabe que en caso de tropezar Momo estará ahí para evitar cualquier accidente.

Nayeon frena en seco y acomoda más atrás la capucha de su abrigo para poder ver de frente el rostro de Momo.

-¿Sientes ese olor?

Momo piensa unos segundos, ella no siente ningún olor a parte del de la bufanda que lleva. Que por cierto, es de su novia. Entonces niega con la cabeza.

Nayeon vuelve a tomarla de la mano y acelera el paso siguiendo el aroma que la ha cautivado. Porque no es solo un aroma agradable, es un aroma que la transporta en el tiempo y cree saber exactamente a qué momento.

Frente a ellas hay un conjunto infinito de luces de diferentes colores, una estructura completamente aislada a lo que solía ser esa ciudad, que le da un toque mucho más alegre y nostálgico como nunca antes ninguna de las dos lo había sentido.

girl crush | namo michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora