La primera cita.

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El sábado al fin había llegado. Habíamos quedado con ___ en que pasaría por su casa a las cinco de la tarde. Debo considerarme afortunado de que haya aceptado, fue un trabajo difícil lograrlo, pero aquí estamos. 

Muy puntualmente toqué el timbre de su casa y ella apareció. Cuando la vi no podía creer con lo que me estaba encontrando, y hasta creí haberme equivocado de casa. Lucía distinta, muy distinta. Casi como otra chica. 

Una ___ muy distinta a la que vi siempre en el colegio me recibió. Tenía el cabello suelto y planchado sin esa asquerosa vincha que siempre usaba, tenía puesta una musculosa blanca con un saquito de hilo abierto color fucsia,  llevaba unos jeans clásicos pero ajustados y en los pies una sandalias bajas color marrón. Se la veía distinta, muy muy distinta. Ese atuendo distinto al uniforme de siempre le resaltaba muy bien su cuerpo. No sabía que tenía esa figura, su uniforme sí que se encargaba de esconderla muy bien. Tampoco me había dado cuenta hasta el momento en que pude verla bien, que tenía ojos verdes... y muy bonitos. Me quedé sin palabras, sólo contemplando a la "nueva" ____. Es increíble todo lo que puede lograr un cambio de look. 

-Hola. -Saludó ella son una sonrisa. Yo aún me había quedando observando cada detalle de ella. No me acostumbraba para nada el verla así. Siempre estaba acostumbrado a la ___ de siempre de la escuela. Con ese cabello mal peinado y esa vincha que no le favorece para nada. Con ese uniforme que no le favorece tampoco. No podía desviar mi vista de sus piernas, ahora mejor visibles por sus pantalones ajustados. 

-¿Liam? -Preguntó al ver que no le había respondido.

-Ah... Hola ____... ¡Qué distinta estás! -Le dije. Ella sólo rió.

-Sólo me he puesto ropa... porque ese uniforme no merece ser considerado como tal. -Dijo riendo. Yo también asentí con la cabeza riendo.

-¿No tienes calor con saco? -Le pregunté. Era un día bastante cálido como para andar asi.

-No, soy muy friolenta. -Me dijo.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando me llegó a la cabeza la idea de que tal vez se haya vestido así para tapar sus cortes, pero no iba a preguntarle. Además, reconozco que en su momento tuve algo de culpa... pero ahora, ahora me estoy empezando a arrepentir DE VERDAD. El haberla conocido me hizo cambiar mucho de opinión respecto de ella, como también de los otros chicos de la escuela.

-Bonitos ojos. -Le dije. Nunca me había puesto a prestar atención en sus ojos. En la escuela lucían tan apagados y tristes. Y si bien ahora su mirada no transmite felicidad, no es la misma que en la escuela. 

-Gracias. -Dijo ella. -T... 

Pareciera como si iba a decir algo, pero luego se detuvo. No iba a forzarla tampoco a que lo diga.

{Narra ___}

La verdad que no pensaba aceptar salir con Liam, pero me rendí ante su insistencia. Al llegar a mi casa me arrepentí. ¿¡Qué demonios había hecho!? Pero esta vez sentía que era distinto, que verdaderamente había cambiado... quién sabe, podría tener razón. 

El sábado busqué entre mi ropa hasta encontrar algo lindo, y planché mi cabello. Un poco de maquillaje, y listo. Si había algo que sentía hacia las otras chicas de la escuela era envidia, envidia sana pero envidia al fin. A ellas sí que les quedaba bien el uniforme, a pesar de todo se veían sexy algunas. A mí era a la que peor le quedaba. Lucía horrenda en esa chomba blanca y esa pollera azul.  Hacía calor, me moría de ganas de ir sólo en musculosa, pero luego observé mis muñecas y antebrazos todos cortados. No, no puedo dejarlos ver, así que me puse un saquito sólo para tapar los cortes.

Estaba algo nerviosa por encontrarme con Liam. Primero se me pasó por la cabeza de que tal vez nunca aparezca y que todo sea una broma. Y luego se me cruzó por la cabeza de que tal vez aparezca y sea todo para tomarme el pelo. O sea... estamos hablando de Liam Payne, amigo de los cinco imbéciles... no lo veo como alguien de confianza. Y la verdad es que no debí haber aceptado. 

Cuando abrí la puerta lo noté tan... raro. Estaba como ido, como en otro mundo. Podía notar cómo recorría todo mi cuerpo con la mirada, y eso me ponía aún más nerviosa.  Y lo que más me sorprendió fue cuando me dijo que tenía bonitos ojos... ¿Y si me está tomando el pelo? No sería la primera vez. No caeré esta vez. 

{Narra Liam}

Le pregunté si íbamos por un helado. Ella dijo que sí, así que nos fuimos caminando hasta una heladería que se encontraba a cinco cuadras. 

-Dame limón y chocolate. -Dije yo.

-Yo quiero menta granizada y naranja al chocolate. -Dijo ella. 

Una vez que nos entregaron nuestros helados nos fuimos a sentar a unas mesas que estaban al aire libre. La verdad que no entiendo cómo puede estar de mangas largas con semejante calor, pero no quiero ponerme a pensar en los cortes. Sea o no verdad, se me revuelve el estómago al pensarlo y el corazón se me encoje de culpa. Aún así se la ve sonriente. 

-¿Segura que no tienes calor? -Pregunté.

-Si tuviera calor me lo hubiese quitado. -Me respondió, y no de la mejor manera, así que me dí cuenta que mejor no hablar de eso. Lo que me dijo cada vez confirmaba más mi pensamiento de que se podría estar cortando. Decidí cambiar de tema.

-Oye... creo que nunca te lo pregunté... así que tu hermana está en Estados Unidos ¿No? Qué tal... siempre he querido ir.

-Ah bien, dice que es muy lindo vivir allá, ella está en Los Ángeles y le gusta mucho.  -Me respondió.

La verdad que la estaba pasando bien con ____. No puedo creerlo, todavía no puedo creer cómo pudieron ser tan malos con ella -y me incluyo- si es genial. Además no escucha sólo "música rara" y no es para nada aburrida. Es graciosa, muy graciosa. Y también hermosa. Pensándolo bien, creo que no tendría ningún problema en besarla. Sus labios están cubiertos de brillo labial transparente que los hacen muy sexy. No son para nada asquerosos y repulsivos como andan diciendo en la escuela. Y -repito- sus ojos... jamás los había visto bien, no sabía que eran tan lindos. 

Estuvimos pasando un largo tiempo hablando, y luego finalmente la acompañé caminando hacia su casa. No, no la he besado aún. Aún puedo notar cierta desconfianza en ella hacia mí, sé que si la hubiese besado hubiese arruinado todo y tirado todo por la borda. Ya llegará el momento, por ahora fue algo así como una salida de sólo amigos.

El lunes llegué más temprano que de costumbre a la escuela. Estaba con mis amigos y les conté sobre el sábado.

-¿No te moriste de aburrimiento? -Preguntó Louis. Yo negué con la cabeza y él puso sus ojos como platos.

-¿En serio han conversado bien? -Preguntó Harry todavía sin poderlo creer.

Asentí con la cabeza y luego les dije:

-Y deberían verla lo diferente que se ve sin uniforme.

-¿Es más fea todavía? -Preguntó Zayn.

-No...

-Vaya, tengo que ver eso. -Me respondió divertido.

-¿Se besaron? -Preguntó Niall.

-No, pienso besarla tal vez el último día de apuesta. -Respondí.

-¡Avísanos eh! ¡Queremos ver ese beso!

La apuesta (Liam y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora