Javier.

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{Narra Liam}

Ya no aguanto más esta situación, y ya nada tiene sentido sin ella. Los chicos me han pedido perdón, pero una disculpa no es suficiente, y una disculpa no me la devolverá... aún así los he perdonado, pero yo perdono mas no olvido. 

Otro día más que pasaba en el hospital. Ya había pasado un poco más de una semana y ella aún no reaccionaba. Estaba sentado en su cama junto a ella -como siempre- observándola, viéndola con esperanzas de que en algún momento abra sus ojos; cuando en un momento sentí que su mano se movía. Pensé que era sólo una sensación, pero era cierto ¡Su mano se movía! ¡Dios, qué felicidad! En seguida se dibujó una gran sonrisa en mi rostro. Su madre aún no estaba, pero la llamé para darle la noticia.

-Estaré allí lo más rápido posible. -Dijo ella antes de cortar, también estaba muy emocionada. 

Mi corazón se aceleraba cada vez más ¡Sus ojos se estaban abriendo! Antes de darle más tiempo a reaccionar la abracé fuertemente y llené de besos sus mejillas. Pero cuando nos separamos y nos vimos a los ojos.

-¡¿Eres tú, hijo de puta?! -Me gritó. -¡Cómo puede ser posible! ¡Se supone que debo estar muerta!

-Qué bueno que estés bien... no sabes el susto que nos has dado, tu madre ya viene en camino, le dije que estabas despertando... 

-¡¿Quieres que esté viva nada más para seguir humillándome y lastimándome?!

-¡CLARO QUE NO! ___, yo te quiero... lo de los chicos es aparte... 

-Vete, Payne. -Dijo cortante. 

-Pero... 

-¡VETE! -Me gritó, pero yo no me moví de mi lugar.

Estaba dispuesto a abrazarla cuando ella tomó un vaso que estaba en su mesita de luz y me lo lanzó violentamente, yo me corrí y el vaso se estrelló contra la pared haciéndose pedazos. 

-____, no fue mi culpa, fueron los chicos, yo te quiero de verdad... no te estoy mintiendo. -Le dije, pero era inútil, y ella seguía lanzándome cosas que tenia que esquivar.

-¡Y si no fuera por estas porquerías que tengo conectadas, me levantaría a darte una buena golpiza y no pararía hasta que ese rostro que tienes te quede desfigurado! -Me gritó. 

En ese momento llegó su madre y a su lado habían dos enfermeras. El rostro de su madre cambió de repente al ver a su hija con el rostro lleno de lágrimas mientras me lanzaba cosas y me gritaba. 

Una de las enfermeras me tomó del hombro y me acompañó hasta la puerta, no lo hizo con fuerza, pero sí dando a entender que debía irme.

La verdad es que me lastima y mucho su reacción al despertar, pero a su vez me da alegría y esperanzas de que haya despertado, que haya sobrevivido. Significa oportunidad, significa esperanza, significa que podré recuperarla si me lo propongo. Y tengo esperanzas, y sé que lo lograré... sólo debo tener la misma paciencia que tuve al principio cuando recién nos conocíamos, o tal vez un poco más en este momento. 

Tengo fe, tengo esperanzas, lo voy a lograr aunque deba pasar más tiempo del esperado. ¡Voy a luchar por ella!

Por una semana no ha ido a la escuela, pero no esta vez estoy tranquilo, ella está a salvo. 

-Oye Liam, mi hermano te extraña... esta noche habrá hamburguesas en casa ¿Vienes? -Preguntó Zayn.

-Lo siento, no estoy de ánimos. -Le respondí.

-Oh vamos, para eso estamos tus amigos, para hacerte sentir mejor. -Dijo Harry.

-Lo siento, chicos, diviértanse ustedes hoy... -Ellos sabían muy bien que en estos casos era mejor no insistir, que por más que me rueguen y me rueguen, les iba a decir que no.

La apuesta (Liam y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora