Gracias a Dios no llegó a morir, pero está grave, muy grave. Está inconsciente y deben hacerle unas transfusiones, pasarle suero y darle unos antibióticos ya que la navaja no estaba muy limpia y se infectó. Esto me ha destrozado, y todo ha sido culpa de esos malditos... si no hubiese sido por ellos... ella y yo estaríamos juntos y seríamos muy felices, y yo podría verla sonreír con esa sonrisa hermosa que tiene.
Estaba en su habitación del hospital junto con su madre. Ella también estaba destrozada y al igual que yo no podía dejar de llorar. Decidí sincerarme y hablar un poco con ella sobre lo que pasó, aunque sin decir el cien por ciento de la verdad porque sino me echará a patadas del lugar y no querrá que vea a su hija nunca más.
-Señora Houston, tengo algo que comentarle sobre esto que pasó. -Le dije.
-¿Qué tienes que decir? -Preguntó ella, estaba tan destrozada como yo.
-Sé por qué lo hizo. Fueron los idiotas de mis amigos... que bueno, después de esto, ya no son mis amigos. Todo sucedió el día de nuestra cita, el viernes.
-Ella no me ha comentado nada.
-Supongo que tampoco le habrá comentado de lo mal que la pasaba también en la nueva escuela...
Nos quedamos en un silencio incómodo por un momento hasta que llegó una enfermera para decirnos que se había terminado el horario de visitas.
-Soy su madre, quiero que me digan cómo está. -Dijo la señora Houston, pero yo procedí a retirarme del lugar.
Esa noche mientras cenaba con mi familia no podía dejar de pensar en lo que había ocurrido, me sentía culpable y con miedo, con mucho miedo de que no llegue a sobrevivir. El estómago se me había cerrado y no había forma de que me entre la comida.
-¿No te gusta la comida, Li? -Preguntó mi madre.
-No me siento bien. -Le respondí, ni bien empecé a hablar mi voz comenzó a quebrarse. -Soy una mierda. -Dije empezando a llorar.
-¿Qué ocurre? -Preguntó papá.
-Les diré la verdad... -Suspiré. -En la escuela había una chica que los demás siempre marginaban y trataban mal... yo también lo hacía ANTES, y un día con los chicos perdí una apuesta y por eso tuve que empezar a salir con ella... allí pude ver la clase de persona que era verdaderamente, la conocí de verdad y me encanta... pero el viernes los estúpidos de los chicos le han dicho lo de la apuesta, y ella... no sólo que no quiere verme, sino que ha intentado suicidarse... y está inconsciente en el hospital... -Dije rompiendo a llorar mientras Alex se acercaba a mí y me daba un abrazo.
-No fue tu culpa, fueron tus amigos. -Dijo mamá.
-Pero no puedo dejar de sentirme culpable, debería haberles dicho algo a los chicos para que no digan nada... -Respondí llorando.
Ahora mis dos padres me dieron un abrazo, yo seguía llorando, no podía parar.
En la escuela me seguí sentando en donde siempre, junto a donde se sentaría ____... estaría esperándola, ella no puede morir ¡No puede! Tiene toda una vida por delante, y aun le falta ser feliz... no ha podido ser feliz nunca, y el momento estaba llegando y yo podría hacerla feliz, quiero hacerla feliz... quiero que se despierte pronto. Nadie me ha preguntado por ella, excepto Zayn, pero no de la mejor manera.
-¿Y tu noviecita? -En tono burlón, por supuesto.
-¡BASTA! ¿¡TIENES IDEA DE LO QUE HAN OCASIONADO!? ¡NO QUIERO SABER NADA DE TÍ NI DE LOS OTROS CHICOS! -Le grité. -Ahora se ha querido suicidar por su culpa... y no se sabe si sobrevivirá.
-¿Qué?
-¿¡Qué!? -Dijeron sorprendidos los otros chicos "ex-amigos" que también habían escuchado .
-¡Que lo que han ocasionado no tiene perdón!
Después de la escuela -no lo pensé dos veces- y me dirigí al hospital a ver a mi princesa. Aún seguía inconsciente y eso me rompía el corazón. En el pasillo podía escuchar una voz femenina que se me hizo familiar, era la voz de su madre, estaba hablando por celular.
-¿¡Pero en qué idioma debo decirte que se ha intentado suicidar!? ¡Es TU hija también! ¿Así que no te importa nada? Como siempre... nunca te ha importado nada... pero ¿No te conmueve que esté al borde de la muerte?
Creo que está hablando con el padre. Al parecer a ese hombre le rompería la cara si lo tuviese cerca, las ha dejado abandonadas y ahora que la madre le cuenta que su hija se intentó suicidar y aparentemente no se le mueve un pelo.
Me senté en su cama al lado de ella y tomé una de sus manos.
-___. -Le dije en voz baja, casi susurrando. Lo más probable es que no me escuche, pero quería casi gritarle lo que siento. -No hagas caso a los chicos, ellos son unos idiotas... yo... yo te quiero, y te extraño... y quiero que estemos juntos... -Las ganas de llorar me vencían.
Los días pasaban y todo seguía igual. He llegado a llorar junto con su madre mientras nos abrazábamos y nos dábamos fuerzas mutuamente. La escuela ya no me importaba, y en lo único que pensaba era en ella. Lo que más anhelaba era que despertase, poder abrazarla con todas mis fuerzas, decirle cuanto la quiero.
Mis manos acariciaban suavemente su rostro pálido.
-Deseo poder decirte algo y dejar todo a lo lejos... hay tantas cosas que quisiera que sepas. Si te caes y tropiezas, te recogeré... si pierdes la fe en tí, te doy fuerzas para salir adelante (1)
Suavemente acaricié sus labios con mis dedos, y luego tomé sus manos otra vez. Esta vez no pude evitar llorar, sentía tanta impotencia al verla así y no poder hacer nada más que esperar.
{Narra Louis}
Jamás me imaginé que esa chica sería tan importante para Liam. No me cae bien, pero finalmente... ¿Qué más importa si ella lo hace feliz? Todos los días llega a la escuela con el rostro demacrado y lleno de ojeras. Todos los recreos lo veo sentado solo en un pasillo, casi siempre llorando. Después de todo, él es mi amigo, y creo que nos hemos portado mal.
Me parte el alma ver a Liam así, me dan ganas de no haber organizado jamás esa apuesta. Y creo que los otros chicos también se están sintiendo mal.
-Ya no puedo ver así a Liam. -Dije.
-Vaya que se lo ve mal. -Dijo Niall.
-Y es culpa nuestra... lo que hicimos el viernes, ___ ha intentado suicidarse y todavía no despierta.
Llegó el recreo. Niall y yo nos fuimos a donde se encontraba Liam y no dudamos en darle un fuerte abrazo que él correspondió. Era desgarrador verlo así.
-Lo sentimos. -Le dije. -Ahora sé fuerte que todo saldrá bien, todo va a estar bien.
-Disculpa amigo, no sabia que era tan importante para tí. -Dijo Zayn.
Él nos respondió con un abrazo mientras no dejaba de llorar.