Cómo debería ser - Parte 1

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Al día siguiente le envié un mensaje al celular de Liam que decía "Cómo estás? Ojalá estés bien y puedas regresar pronto, te quiero. ___" pero no me respondió. Iba a llamarlo, pero no me animaba... sentía que quedaría demasiado pesada si lo hacía, pero ¿Por qué no me ha respondido? ¿Será que ya no me quiere? ¿Será que está molesto por algo? A medida que pasaba el tiempo mi mente empezaba a inundarse de dudas e inseguridades sobre él, y lo peor es que no sabía siquiera si le habían dado el alta o no, tal vez haya habido algún otro problema que tenga que quedarse por más tiempo en el hospital.

Volví a enviarle otro mensaje a la noche, que no me contestó. Tal vez no tenga crédito en su celular, sí, debe ser eso. Trataba de mantener mi mente positiva, pero pensándolo bien... tal vez sus amigos idiotas tengan razón, y si bien él esté arrepentido... tal vez luego se haya arrepentido nuevamente, tal vez ya no me quiera porque... ¿Por qué quererme? No me quiero ni yo misma, si tuviera un clon que fuese conmigo a la escuela no me juntaría con ella. Faltaba ya poco para regresar a la escuela otra vez. Estaba sentada en la sala de mi casa haciendo una tarea que me había quedado pendiente, pero no podía concentrarme y agarré una hoja de mi carpeta y la llené de dibujitos y garabatos. Había algo que ocupaba mi mente, mejor dicho: alguien. Tal vez no me quiera tanto, tal vez sólo sea la cosa menos seria del mundo... sólo pensaba en el momento en que él me dijese algo. Sólo esperaba a que me dijera eso que tanto quiero escuchar cada vez más.

Hasta que en un momento ví cómo se deslizaba por debajo de mi puerta una cartulina de tamaño pequeño en color rosa que estaba cortada en forma de flor. Me pareció muy extraño y corrí a juntarla para verla mejor. De un lado tenía mi nombre escrito, y del otro lado decía:

"Te estaré esperando esta noche en el puerto a las nueve, por favor no falles.

Liam"

No es su estilo... bueno, no lo sé... sólo que él nunca ha tenido ese tipo de detalles conmigo. Bueno.. no es que hayamos pasado mucho tiempo juntos, y el poco tiempo que hemos pasado sus amigos lo han arruinado y luego yo lo arruiné con Javier. Bueno, tal vez lo llame para asegurarme, después de todo si él me dejó esa tarjeta no creo que le moleste mi llamada, y si no la ha dejado, al menos ya sé que no tengo que salir ni a la puerta de mi casa.

Muy nerviosa tomé mi celular con ambas manos que me temblaban un poco y sudaban a más no poder. Me dirigí a mi lista de contactos hasta ver su nombre, pero en ese momento un nuevo mensaje que llegó interrumpió la llamada que iba a realizar. ¡Y era un mensaje suyo! "Espero que hayas leído la tarjeta, por si no la viste, mira debajo de tu puerta." Definitivamente era de él. Dios, qué emoción... al fin! Un detalle muy hermoso, esta noche lo voy a ver finalmente, de veras me siento bien ahora. 

Era muy temprano todavia, pero ya estaba pensando en qué me iba a poner para la ocasión. Hacía mucho frío asi que debería abrigarme bien, pero el gran problema es que me veo horripilantemente asquerosa con ropa de invierno, los equipos de verano son los que mejor me sientan... pero qué puedo hacer, no quiero tener neumonía tampoco. Estuve parada frente a mi armario abierto de par en par como media hora mirando qué sería lo mejor para usar. Finalmente me decidí: unos jeans ajustados en azul oscuro, botas negras, un sweater rojo brillante y una campera de abrigo negro. Tomé la ropa que usaría y la dejé sobre mi cama. 

Cuando ya se acercaba la hora me dí una ducha caliente y me vestí para la ocsaión, finalmente planché mi cabello y maquillé mis ojos. Estaba de lo más ansiosa y nerviosa. Salí de mi casa y me encaminé hacia el puerto. 

Los domingos por la noche era muy distinto a cómo se veía los sábados por la noche, o cómo se veia de día, pero no lucía tétrico tampoco sino más bien raro. Pero era lindo, no había mucha gente y la verdad es que el frío que hacía no ayudaba mucho. Liam no está ¿Habré llegado demasiado temprano? Miré la hora y aún faltaban unos minutos, tal vez no ha llegado todavía. Yo siempre soy muy puntual, no me gusta la impuntualidad y a veces puedo hasta llegar temprano de más. Miré hacia ambos lados para ver si llegaba, pero de repente fui sobresaltada por unas manos que se apoyaron rápidamente tomando mi cintura. Miré hacia atrás, era él.

La apuesta (Liam y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora