"Sueño con volver a conocerte, empezar de nuevo, aunque ya nos hayamos visto millones de veces"
Ian
—El sexo con sentimientos es mucho mejor —se mofó mientras tiró el condón enrollado a la basura.
—¿El señorito acaba de admitir que tiene sentimientos por mi? —respondí mientras me apoyaba en mi codo para verlo mejor.
—Lo sabes perfectamente, pesado —me besó rápidamente y se levantó.
En mis planes no estaba el levantarme, aunque el beso tampoco y no me había quejado, su cama aunque no fuese lo mas cómodo del mundo estaba calentita y su almohada olía a él, aunque fuese un olor a alcohol y cigarros me recordaba a él que era lo importante.
—Da igual el tiempo que pase, siempre vas a ser igual de vago —noté como iba repartiendo besos por mi espalda.
—Hace un año apenas me podías seguir el paso, no seas mentiroso.
—Será que en la cárcel he mejorado.
—Dudo mucho que hayas mejorado a base de hacer ejercicio, igualmente eres el que pone el culo así que eso no te va a hacer mas cachas—. Golpee su pecho.
-No dejo que me den por culo desconocidos.
-¿Entonces solo te puedo dar yo?
-Solo tú.
(...)
Cuando me salí de la habitación para ir al baño em sorprendí viendo en el pasillo una maleta gigante, para mi sorpresa bastante limpia, acompañada de una más pequeña que parecía nueva. Automáticamente me acorde de el plan que Mickey me había contado anoche cuando estábamos acostados en la cama: Irse a un lugar lejos de aquí con su hijo y empezar de cero ¿Entraría yo en los planes? Aunque la verdadera pregunta tendría que ser ¿Yo estaba dispuesto a irme? Mi familia estaba en una etapa no del todo buena, pero no quería abandonarlos. Pero la idea de irme con Mickey a saber donde cada vez era más tentadora, yo también quería empezar de cero, con el hombre que quería y en un lugar donde no fuésemos conocidos uno por mafioso y el otro por ser el hijo de los peores padres del barrio.
Justamente se escuchó un golpe seco que me sacó de mis fantasías y tenía a un Milkovich lleno de polvo a mis pies. Seguí el rastro de motas de polvo que había dejado este hasta darme cuenta que se había caído de la vieja escalerilla que daba a un trastero, de donde supongo había cogido las maletas. Me reí a un nivel muy fuerte y con una risa muy ronca que me caracterizaba aunque se escuchaba muy pocas veces. Me daba igual si a Mickey eso le había herido su hombría, en contra de todo pronostico estiro su mano hacia mi para que le ayudara y yo como buen inocente que parecía que no llevaba mas de diez años en el mismo barrio de Mickey, le ayudé consiguiendo que de estirar tan fuerte me cayera yo también.
Mickey quito la sonrisa y pasó sus ojos al pasillo, no me hacía falta seguir su mirada para saber que estaba mirando las maletas en un claro ¿Te vienes conmigo? Tenía clara mi decisión y ni siquiera me había rayado al pensarlo, merezco un premio por eso, las pocas personas que me conocían sabían que era la persona que más sobre pensaba todo de esta vida, pero me apetecía escucharlo de sus labios. Nunca venía mal hacerse el tonto en este tipo de situaciones.
—¿Hmm?
Me hacia gracia que Mickey estuviese mirando con los ojos como platos las maletas—. Soy malo con las indirectas, dime que quieres.
—Te dije que quería irme con Yevgeny —era la primera vez que escuchaba el nombre de su hijo, era raro de cojones. Mira que había nombres en el mundo, solo esperaba que si el niño iba a el colegio algún día no le metieran de collejas—. Pero como tu y yo estamos... así... pues pensé que te podías venir.
—¿Y si no quiero?
—Acepta que te mueres por ir conmigo, tener una vida normal y alejarte de este puto barrio de mierda que solo a traído problemas, acéptalo.

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Acéptalo;Gallavich
FanfictionDuologia Gallagher #1 Cuando Mickey se entera que su hermana, Mandy, ha pasado por un estado de anorexia decide escapar de la cárcel para ver como está. Lo que no sabe es que cuando vuelva las cosas no estarán fáciles y menos con dicho pelirrojo que...