"Jamás te llamaría error, no después de tantas sonrisas"
Ian
Tenía mil preguntas en la cabeza después de la terrible noticia que me acababa de contar Mandy sobre su estado, pero las más importantes y por las que más me estaba torturando el maldito cerebro era por unas preguntas especificas: ¿No había tenido el suficiente valor para contármelo? ¿Era el único que no lo sabía? Pero la que estaba en la cima de mi estúpido sufrimiento era otra pregunta...¿No confiaba lo suficiente en mi como para contarme semejante noticia?—¿Por qué? —tenía la voz rota, necesitaba explicaciones.
-Yo simplemente... No sé ni cómo empezó todo esto... Primero empiezas diciendo que quieres hacer dieta, al día siguiente te das cuenta que no has cenado y a los meses te has metido los dedos en la garganta para vomitar.
Tragué saliva con sus palabras, aún con la rabia que me daba no haber sido lo suficiente para que tuviese la confianza para contármelo me acerqué a darle un abrazo, pero lo rechazó con la vista fija en la pared. Sabía que episodio era este, el episodio de orgullo que tenía siempre con como su hermano. Mil discusiones se me vinieron a la mente y estaba empezando a sentir que no podía aguantar más en estas cuatro paredes que poco a poco me estaban ahogando como si tuviese claustrofobia. En mi vida había aprendido que quien no quiere ser ayudado no merece tu esfuerzo y parecía que no lo pensaba hacer así que, tras ver el no exactamente buen panorama decidí que lo mejor era irme. Había mejorado, se le veía físicamente, pero me preguntaba si mentalmente había cambio. Salí del cuarto de Mickey dando un portazo, ganándome un crujido de su vieja y destrozada puerta como respuesta a mi salida.
Corrí a la puerta principal con la clara idea de irme, pasando por alto como Svetlana miraba la escena, o más bien escuchaba ya que la puerta de por medio se lo impedía, la rusa era muy cotilla aunque trataba de disimularlo, si fuese otro día le hubiese echado la bronca por meterse en cosas que no le incumben, pero hoy no quería pagar con ella el enfado e impotencia por no haber podido hacer nada que se me había logrado instalar en el cuerpo. Svetlana estaba posicionada como si la conversación de minutos a tras con Mandy fuese una película. Cuando estaba apunto de salir escuché una voz
—No se porque te enfadas —sentenció Mandy. Sin darme cuenta me había seguido los pocos pasos que tenía trazados.
—Yo te cuento todo, somos mejores amigos... pensé que teníamos la suficiente confianza como para contar este tipo de cosas ¿Te podría haber ayudado sabes? Siempre vas a tener mi hombro.
Cuando las palabras se salieron de mi boca vi otra cosa propia de los Milkovich, la mascara helada sin expresión cuando están apunto de soltar algo que te va a hacer daño. ¿Cómo iba a olvidar algún día a Mickey si tenia a su copia femenina a menos de un metro de mi?
—El título de mejor amigo te lo has puesto tu solito —sentí como si me hubiesen dado un puñetazo en el pecho—. ¿Cuándo ha salido de mi boca un somos mejores amigos? —preguntó y al ver que no respondía se dio por contestada indicándome con la cabeza la puerta, su forma de decirme que me fuese.
(...)
La noticia me había sentado como un balde de agua fría y estaba intentando retener las lágrimas que amenazaban con salir desde que había llegado a casa debajo de las mantas, era demasiado cobarde como para enfrentar una situación así fuera de las cuatro paredes de mi habitación y mucho más para hacerlo delante de cualquier familiar.
No iba a volver a llorar por un Milkovich, había llegado a la conclusión de que no me merecían, no me daba la gana mostrarme tan débil por su culpa.
"Llorar no arregla nada Gallagher eso solo es para débiles"
Me repetía las palabras en mi mente como si fuesen a servir de algo, esas palabras dichas por un militar que me marcaron tanto cuando en una fiesta borracho le conté toda la historia de mi familia ,no hacía falta aclarar que le conté todo incluyendo a Mickey en el largo relato. No sabía como estando tan borracho aun me acordaba de esa frase. Era como si esas pocas palabras me las hubiese tatuado a fuego en la mente.
Sentía lastima por todas las risas con Mandy, las salidas al descampado destrozado característico del barrio, que iban a convertir en tetería, lo cual nos molesto mucho porque ese descampado había sido prácticamente nuestra infancia, no sólo la nuestra si no la de la mitad del barrio.
Todo se había convertido en nada gracias a sus palabras.
¿Se estaría arrepintiendo de sus palabras? ¿O simplemente me estaba comiendo la olla mientras ella pasaba de todo como siempre solía hacer?
Lo único que me quedaba claro era una cosa, no iba a seguir sufriendo por gente que muy en el fondo y aunque yo los quería, no valían la pena.

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Acéptalo;Gallavich
FanfictionDuologia Gallagher #1 Cuando Mickey se entera que su hermana, Mandy, ha pasado por un estado de anorexia decide escapar de la cárcel para ver como está. Lo que no sabe es que cuando vuelva las cosas no estarán fáciles y menos con dicho pelirrojo que...