Capítulo 29

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La mañana despertó tranquila, la ciudad continuaba su rumbo como cualquier día de la semana, aunque algunos prefirieron quedarse en su hogar puesto que era domingo, un día que a cualquiera le daría flojera salir.

Todo era igual, a excepción de que en unos departamentos algunos se encontraban desvelados por los gritos que escucharon en la madrugada.

—¿Qué pasa Ringo? —

El pequeño gato gris con negro lo miro unos segundos antes de volver a mirar la puerta como si esperara alguien.

—Hoy vamos a desayunar solos mi pequeño amigo —lo cargo.

Ringo solamente maulló algo triste al escucharlo, estaba tan acostumbrado de ver a los otros dos en la mañana que se sentía muy triste el lugar sin ellos.

El castaño al llegar a su cocina comenzó a servirse su desayuno al igual que el de su pequeño amigo peludo, al sentarse con su comida miro unos momentos su plato, el silencio era total, frio, solo.

—... —suspiro.

Edd miro la puerta unos segundos creyendo que sus amigos tocarían la puerta para entrar a desayunar, pero no pasó nada, resignado tomo sus cubiertos y comenzó a comer su pequeño omelette con queso y jamón.

«Parece que tendré que acostumbrarme a esto... »

Sin que él se diera cuenta una lágrima salió de su ojo derecho.

[...]

—Es...tupidos... —dio un sorbo a su botella —, Pfft... ¿Quién los... los necesita? —

El joven de sudadera azul estaba totalmente ebrio en su cama, varias botellas de alcohol estaban tiradas en el suelo y al mismo tiempo estaban alrededor de él en su cama, pasó toda la noche bebiendo y maldiciendo a las personas que pensó que eran sus amigos.

—¿Amigos? —comenzó a reír —, No... no sabía que los amigos... i-intentaran —cabeceo —, R-Robarte a-a la persona que a-amas —eructo.

No podía aguantar más el llanto, sus lágrimas no dejaban de salir, se sentía totalmente solo.

En un último esfuerzo intento levantarse para ir a su cocina y poder comer algo, con gran dificultad logro pararse y camino lentamente hacia la puerta para poder salir al pasillo de su departamento, al sentir que se caería logro recargarse en la pared y poder usarlo como apoyo, con pasos lentos y torpes llego hasta su cocina, en donde al estar totalmente vacío se logró sentir el fuerte frio en el aire.

—Esto me trae... recuerdos. —

Al dar un mal paso en sus pies logro que cayera al suelo y estamparse el rostro en él, con un quejido de dolor se comenzó a mover para nuevamente levantarse, aunque tuvo que usar una de sus sillas para hacerlo, al estar algo más despierto abrió su refrigerador para sacar las sobras de la comida del día anterior.

[...]

—Vaya... —miro su anillo.

El joven peli naranja se encontraba en su cama con un gran tazón de cereal de colores, tenía tanta pereza ese día que prefirió desayunar ese día en su cama, aprovechando todo el dinero que tenia se compró esa semana algunas cosas para su hogar como una pantalla plana para su habitación.

—Tord... —suspiro.

Al girar la cabeza vio en su mesita de noche la foto de la vez que fueron del acuario, al verla no dudo en sacar de un cajón una foto algo vieja de cuando fueron niños, los cuatro amigos estaban en un abrazo grupal, pero al mirarla detalladamente noto como dos de ellos se miraban de forma distinta.

Para una vida mejor - EddsworldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora