MISIÓN IMPOSIBLE.

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.Pov Lauren

- Oh mierda - dije yo tomandome la cabeza.

- Y ahora que haremos - dije mirando a Camila.

- Pues tenemos que averiguar si estoy embarazada o no dijo seria.

- Y como hacemos eso - dije rascandome la cabeza.

- Tienes que ir por una prueba de embarazo - dijo seria.

- Es broma cierto, la farmacia más cercana esta a kilómetros de aquí dije pálida.

- Tienes que hacerlo por mi Lauren, mamá llamara al doctor y todos sabremos lo resultados, pero quiero que nosotras seamos las primeras - dijo Camila corriendo otra vez a vomitar.

En mi vida he tenido varias misiones, ya que me las daban en el instituto, pero ninguna como esta, tenía que pasar por mi padre, Hallie, su madre y la reina, para así poder conseguir un auto y manejar a la farmacia, todo parecía tan fácil si no fuera por que tengo miedo, es la primera vez que tengo miedo y para mi esta misión, no es sólo una misión, es una misión imposible.

- Camz estás bien? - reaccioné después de unos minutos.

- Si ya mejor Lern, sabes que para mi esto es importante ¿lo harás? - dijo extendiendo su mano con el dinero.

- Lo haré - dije decidida y tomando el dinero.

- Te amo - dijo besandome despacio.

- Te amo mi princesa dije sonriendo en el beso.

Porque a pesar de todo el miedo que sentía, sabía que la tenía a ella para apoyarme y amarme.

Me separe de ella y salí de la habitación y me encontré nada más ni nada menos que con papá.

- Hija ¿como estas? - dijo mirándome.

- Bien papá todo bien - y de repente sentí algo en mi nariz, limpie y vi sangre.

- Oh hija ten - dijo dándome su pañuelo.

- Gracias papá - dije limpiandome la nariz rápidamente.

- Que raro hija casi, nunca te sangra la nariz, a mi solo me paso eso cuando tu madre estaba Emb...

- Hola su majestad - dije seria y dándole las gracias por la interrupción.

- ¿Esta usted bien?- preguntó mirando mi nariz.

- Si solo me salió sangre de la nariz, a veces pasa - dije enconjiendose de hombres.

- ¿Y como esta mi pequeña?- dijo mirándome.

- Ella esta bien, salí de su habitación para así dejarla descansar, así que será mejor no visitarla - dije seria.

- Si, estoy de acuerdo - dijo papá mirándome.

- Bien, si me disculpa su majestad y papá ahorita me dirigía a mi habitación - dije señalando.

- Esta bien pequeña descansa - dijo papá dándome un beso la frente.

- Gracias papá, su majestad - dije despidiendome de la reina.

Ella solo asintió con la cabeza.

Cuando entre a mi habitación lo primero que hice fue alistar todo para salir a la madrugada, mi arma llena de tranquilizantes y la otra cargada por si acaso, lo más difícil sería conseguir las llaves de el auto.

Según tengo entendido, la reina tiene las llaves en su oficina, la cuál esta realmente llena de seguridad.

Suspire colocandome una sudadera con capucha.

En la puerta de la oficina de la reina, había un guardia cuidándola, supongo por las joyas que esta posee.

Lo primero que hice fue dormir a aquel guardia.

Eso si antes pedí ayuda a una vieja amiga y ella me ayudo a desactivar las cámaras y una que otra alarma, excepto las de adentro que se desactivan manualmente.

Logré entrar a la primera estancia, luego entre al ducto de ventilación y me arrastre por este, hasta llegar a la oficina principal, ahí estaban colgadas las llaves, solo me baje por este colgando de una cuerda y las tome.

Lo que tiene que hacer uno para conseguir unas simples llaves - pensé arrastrándome de vuelta por el ducto.

Después de bajarme por el ducto y volver a pisar de nuevo el piso.

Ahora solo tendría que retirar la alarma de el auto y manejar hasta la farmacia.

Los autos estaban cerca de las habitaciones de la reina en donde mi padre cuidaba la puerta.

Esto sera difícil - pensé escondiéndome en una columna.

CONTINUARÁ


Mi ProtectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora