Entre Dos Vidas

Capítulo 8.

Fueron unos días largos. Después de haber hablado con Bianca aquella mañana en el trabajo, ya se había quedado hecha un lío, y aunque pensó que el hablar con su otra amiga por la tarde la iba a ayudar a aclararse y saber qué hacer, se equivocó. Durante un par de días Kelly estuvo pensativa, el chico la atraía, pero ¿le valía la pena este rollo por él? Apenas le conocía. Lo primero que hizo Kelly fue escudarse en la excusa de que él tampoco había dado señales de vida, pero, esto dejó de ser una excusa cuando, el sábado abrió su móvil por la tarde y tenía un mensaje de Dean invitándola a tomar algo. En el momento, una tonta sonrisa se le instaló en la cara, pero se regañó por ello, no debería de estar tan emocionada por ello, sólo era un chico. Tras mucho pensárselo, acabó rechazando la oferta, no se sentía preparada para hablar con él. El chico pareció entender la excusa puntual que ella le dio y nada pasó.

Después de aquello vinieron más días: el domingo, el lunes, el martes, el miércoles... Todas las veces que él le pedía verse un rato, ella se negaba en rotundo siempre alegando algo diferente, y hasta el momento parecía haberle funcionado perfectamente. En más de una ocasión sus dos amigas la habían llamado tonta de cuarenta formas diferentes, pero ella seguía en su línea. Vale que sólo habían quedado una vez, pero Kelly se había ilusionado con él, y sinceramente le daba mucho miedo cómo podía acabar esto.

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Casi una semana. ¡Llevaba ignorándole casi una semana! ¿Acaso él había hecho algo mál? -ignorando evidentemente los momentos en los que él y Cassidy estaban juntos y no precisamente como amigos-. El viernes después de quedar con Cassidy, ya en su habitación de motel, el remordimiento le asaltó, algo que reconoció al momento por la de veces que lo había sufrido, pero ¿por qué? Él estaba técnicamente con dos chicas a la vez, eso era cruel, lo admitía, pero él no era el novio ni de una ni de otra, no tenía por qué sentirse mal. Dios sabía qué podrían hacer ellas cuando él no estaba con ellas.

Pensándole bien a ninguna de las dos les había dicho cómo era la situación; ratos juntos de diversión sin sentimiento real y que cada cuál podía hacer su vida. Por lo general él no necesitaba explicarlo, cuando una chica se le acercaba ella ya sabía cómo iba esto, pero quizás ellas no. A lo tonto y a lo bobo, puede que Cassidy hubiese empezado a hacerse una idea equivocada de qué estaba pasando entre ellos; pasar las noches en su casa, desayunar juntos, tomar algo antes de pasar a la acción... Quizá debiese hablar con ella.

Por otra parte, él no creía que Kelly se hubiese hecho alguna idea con él, porque siempre que él intentaba quedar con ella, la chica le daba una excusa barata. Las primeras veces coló, ¿luego? Ni de broma. Suficiente entrenamiento de cazador tenía como para saber cuándo le mentían y cuándo no.

Estaba harto de que Kelly le avadiese de esta forma. Si tiene algo en contra de él o no quiere volver a verle, Dean quiere que se lo diga a la cara y con una explicación del por qué. Por su parte estaba claro que no iban a quedar en bastante tiempo, así que aun a riesgo de que le llamase acosador o algo por el estilo, Dean salió de su habitación del motel y se sentó al volante de su coche que últimamente había tenido poco uso. Un día de estos tenía que darse una vuelta larga con él.

Su móvil vibró en el bolsillo de su chaqueta y lo sacó a regañadiente. Quién sabe, a lo mejor era Kelly que quería quedar y así se ahorraba esta escena. Pero no, el remitente del texto era Cassidy, quién le ofrecía al cazador una cita del día entero con ella. Sin embargo, Dean le dio a las teclas del No, y encendió el motor.

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- Muchas gracias. Pase un buen día -se despidió mientras el cliente canoso salía de la tienda con una caja con tarta para el cumpleaños de su nieto- ¿Qué tal vas por ahí?