Dio vueltas por el pasillo de paredes blancas con los brazos cruzados. Miró la hilera de sillas pegadas a la pared totalmente vacías y se planteó sentarse. No, estaba mejor de pie. A los pocos minutos, la puerta asignada con el número 324 se abrió, un hombre canoso con bata blanca salió leyendo unos papeles que llevaba en la mano. Al ver a Dean con su traje negro y con corbata que desentonaba por completo del entorno, dejó de leer los papeles y se aproximó a él. Descruzó los brazos.
- Agente... -dijo a modo de saludo- Supongo que el comisario le avisó.
- ¿Qué me puede decir del paciente? -preguntó sin miramientos. No era el momento de andarse con formalismos.
- Hombre blanco, treinta años. Presenta contusiones y varias laceraciones por el cuerpo además de un brazo y varias costillas rotas y un golpe en la cabeza que debió darse contra el suelo -relató el doctor, observando los papeles que llevaba.
- ¿Está consciente? Necesito hacerle unas preguntas.
- Sí, pero no le meta mucha presión, le hemos suministrado un calmante.
Dean asintió y entró en la habitación que, como se esperaba, también era blanca salvo por unas líneas azules espantosas que cruzaban la mitad de las paredes en horizontal. Había dos camas, pero sólo había un hombre en la de la derecha conectado a una máquina, un gotero y demás cosas de médicos. Su mirada estaba perdida en el cielo azul que había al otro lado de la ventana, pero al notar la presencia de Dean, pareció centrarse de nuevo.
- Hola, Pete, soy el agente Morris del FBI -se presentó. No se molestó en sacar la identificación falsa, su traje debería valer como prueba- Venía a hacerte unas preguntas sobre lo que te ha pasado, ¿te sientes capaz? -el hombre asintió levemente y se sentó recto en la cama con una mueca de dolor por sus heridas- Bien, ¿me podrías contar un poco lo que te pasó?
Pete se aclaró la garganta y tras tomarse unos segundos para hacer memoria, empezó a narrar.
- Era de noche, yo... estaba yendo hacia mi coche. Acababa de salir de una discoteca con unos amigos, y... oí algo... No recuerdo bien qué era.
- ¿Y no puedes ser un poco más exacto? ¿Un coche, un silbido...? -intentó ayudar Dean.
- Era... ¿un pájaro? Sí, era como un pájaro. Escuché el batir de sus alas...
- ¿Y después?
- Todo... empezó a dar vueltas... -cerró un momento los ojos y reconstruyó la escena- Fue como un grito sacado del infierno, lo escuché y... esa cosa me cogió. En menos de un segundo mis pies ya no tocaban el suelo... Ese... ser m-me zarandeó como a un muñeco de trapo en el aire soltándome y agarrándome una y otra vez. Sus garras... -Pete deslizó lentamente su mano hacia uno de sus costados y pasó la yema de sus dedos por el vendaje- Gritaba de dolor. Me... desgarraba, pero seguía jugando conmigo... Cuando debió cansarse, simplemente voló alto y me dejó caer; el doctor dice que fue un milagro que sobreviviera...
- Pete, ¿viste a ese ser?
- N-no era capaz de centrar la vista -se disculpó- Pero eso no era propio de este mundo -Dean escondió una mueca. Si él supiese...
- Muchas gracias por tu ayuda. Si recuerdas algo más, por insignificante que te parezca, llama a la policía, ellos tienen mi número.
Pete asintió. Al dar por terminado el interrogatorio, decidió recostarse de nuevo en la cama y cerrar los ojos a la espera de que el calmante hiciese un efecto total sobre él. Dean salió de la habitación y, no estaba seguro de si esto le había ayudado a dar con el monstruo o a liarle todavía más.
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Entre Dos Vidas
FanficLos hermanos Winchester viven en un constante cúmulo de problemas y desastres que parece no tener parón. Tras tantos años, han forjado una confianza y determinación como cazadores que resulta asombrosa, pero como le pasa a mucha gente, la seguridad...