Capítulo 21: Una mañana diferente

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El día pasó rápido, Abril terminó las restauraciones que tenía pendiente y estuvo todo el día tratando de ver la manera de cómo solucionar la situación. Alex por su parte trató de concentrarse en su trabajo, pero fue inútil, no podía sacar de su cabeza las fotos, los anónimos, por un lado sentí coraje y por el otro unas ganas de olvidar todo y creerle, pero algo lo detenía. Cayó la tarde, no quería llegar a la casa, pero no podía escapar todo el tiempo de la situación, y aunque le doliera en el alma, debía fingir que nada estaba pasando, llegó a la casa cansado y agobiado, al entrar algo llamó su atención.

..................... Buenas tardes señor.- Dijo la muchacha del servicio con un ramo de rosas en la mano.

Alexandro: ¿Y esas flores?- Preguntó serio y la chica lo miró nerviosa.

...................... Son para la señora Abril.- Dijo apenada al ver la cara de furia de Alexandro.

Alexandro: ¡Démelas!, yo mismo se las llevo.- dijo apretando la mandíbula y quitándole las rosas. La empleada se fue y el empezó a buscar se había alguna tarjeta.

"Por los momentos inolvidables que hemos vivido y por el reencuentro maravilloso"

Al leer la nota, Alexandro empezó a respirar profundo, la rabia invadía su cuerpo, dejó su maletín y subió a la habitación hecho una furia. Abril acababa de salir de la ducha y llevaba puesta solo un albornoz.

Alexandro: Me parece el colmo hasta donde llega el descaro de tu amante.- Dijo entrando de golpe a la habitación y haciendo que ella se espantara.- Dime, ¿qué diablos significa esto?.- Dijo tirando las flores en el piso y mostrándole la nota.- ¡Contéstame!- Gritó al ver como ella leía la nota asustada.

Abril: No se, te juro que no se.- Dijo mientras sus lágrimas se asomaban.- Seguro fue Lorenzo, lo hace para molestarme, para que pienses que te estoy engañando, pero no es así.

Alexandro: ¡Cállate, cállate!- Dijo apretando la mandíbula y tomándola con fuerza del los brazos.- Eres una cualquiera, falsa, mentirosa.- Dijo mientras sus lágrimas bajaban.- Eres una....

Abril: No Alex, no por favor mi amor, me lastiman tus palabras.- Dijo tratando de acariciarlo, pero él la soltó bruscamente.- Mi amor escúchame por favor, dime ¿qué hago para que me creas?, estoy desesperada.- Dijo tratando de acercarse pero él la apartó.

Alexandro: Estás desesperada porque se te cayó tu teatro.- Dime, ¿cuántas veces te revolcaste con él?, ¿después de hacerlo conmigo te ibas con él?, ¿hacías el amor con él como una prostituta barata?.- Dijo lleno de odio y ella le dio dos bofetadas.

Abril: No te voy a permitir que me faltes al respeto de esa manera.- Dijo cansada y llorando sin parar.

Alexandro: A mí no me vas a poner la mano encima.- Dijo agarrándola fuerte de los brazos.- Vamos a ver cuál es más hombre si él o yo, o si te siguen dando ganas de estar con él.- Dijo fuera de sí y la lanzó a la cama bruscamente.

Abril: No...no, así no Alex, así no quiero.- Dijo tratando de quitárselo de encima pero era inútil, el la besaba bruscamente, le desató el albornoz dejándola desnuda. La besaba con furia, la estaba lastimando.- ¡No, mi amor, no!- Dijo llorando- ¡Por favor Alex!, Así no, me lastimas.

Alexandro: Dime, ¿tu amante te besa así como yo lo hago?- Dijo mientras estaba besando el cuello de ella con brusquedad. –¡Dímelo!-Gritó mientras agarraba su rostro con rabia.

Abril: No Alex, no me trates así.- dijo mientras lloraba y él la miró a los ojos.- Mi amor te lo juro, tu eres el único, el único, por favor créeme.- Dijo con súplica y el bajó la intensidad de sus ojos mirando sus labios y poco a poco fue acercándose y la besó pero no con rabia, sino con ternura como lo hizo la primera vez. Poco a poco la fue soltando, y ya su agarre no era brusco, más bien, era como siempre lo había hecho, con ternura y delicadeza. La ropa de el desapareció en fracciones de segundos, do decían nada, solo se besaban con ternura, con pasión, con amor. El acariciaba el cuerpo de ella, ella besaba su hombro, sus gruesos labios, acariciaba su espalda mientras entraba en ella de manera sutil, salvaje pero delicada. Gemían con desesperación. Ella enredó sus piernas alrededor de la cintura de él. Él siguió sus embestidas, mientras besaba el cuello de ella. Una oleada de placer invadía sus cuerpos. El vientre de ella se contrajo, explotando y sintiendo que el alma se iba. El seguía en su vaivén y minutos después terminó dentro de ella. Estuvieron un rato en un silencio absoluto, el latir de sus corazones era el único sonido en aquella habitación. De repente, Alexandro se levantó y empezó a vestirse bajo la mirada de Abril.- ¡Alex!- Dijo mientras se levantaba de la cama sin importarle su desnudez.- Mi amor.- Dijo tratando de acercarse, pero él salió de la habitación sin decir nada, dejándola con un hueco y dolor en medio de su pecho.-Te perdí, te perdí y me duele mucho- Dijo llorando y se arrodilló a un lado de la cama, desnuda y abrazando sus piernas.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora