Capítulo 1: Así empezó todo

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Video: Fuiste Tú.  Ricardo Arjona feat. Gaby Moreno



Abril: Usted no puede hacerme eso.-dijo llorando mientras sus lágrimas bajaban por sus mejillas. Quedamos en un trato, yo firmé un contrato, lo cumplí, le pagué todo el dinero que me prestó, no puede decirme que todavía le debo y más esa cantidad tan absurda en intereses.-dijo mirándolo con rabia.

Lorenzo: A ver muchachita, sí firmaste un contrato, pero fuiste tan estúpida que no leíste las letras pequeñas, no te enseñó la moribunda de tu madre que debes leer todo lo que te ponen en frente?. El contrato es muy claro, te presté los $ 50,000 mil dólares, para que pagaras el tratamiento de tu mamita, que por cierto, no sirvió de nada, porque acabó tres metros bajo tierra.-dijo con burla mientras Abril lo miraba con rabia y odio. No era justo, estaba segura que había leído todo y esa cláusula no estaba.

Abril: Yo no puedo hacer eso que me pide, yo...yo no soy una cualquiera.-dijo llorando desesperada. Yo no me quiero acostar con ninguno de esos borrachos que frecuentan este bar.

Lorenzo: Muñequita, no ves el tesorito que tienes?.-dijo riendo.-Muñeca, dime quién es virgen a tu edad?, sabes lo que pagan esos borrachos adinerados por un cuerpesito como el tuyo y sin estrenar?.-dijo acercándose a ella y tomando su mentón.-Miles de dólares mamacita, así que deja de hacerte la santita, le abres las piernas al mejor postor, dejas que te haga lo que él quiera y listo.-dijo y ella lo miraba horrorizada.-Mira, para ponértela más fácil, tómate esto.-dijo dándole un vaso de wisky.-esto te relajará, no tienes opción, me debes hasta el alma, o vendes tu virginidad y me pagas $75,000 dólares de intereses que me debes, o te acuso de robarme, de abuso de confianza y te refundo en la cárcel, y mira, que en las cárceles de mujeres, los guardias disfrutan a mujeres así como tú.-dijo acercándose a ella y pasando su lengua por la mejilla de ella, acto que ella repudió alejándose de él. Así que camina.-Vete al cuarto especial y ponte lo que te dejé encima de la cama, enseguida te mando tu amorcito deflorador.-dijo riéndose con burla y saliendo de la oficina dejándola en un mal de llanto.

...........Don Lorenzo, acaba de llegar un prospecto, se ve que tiene lana, llevaba rato tratando de convencerlo de la mercancía que tenemos, pero el muy idiota me mandó al diablo, está borracho, y le puse en la bebida, aquella cosita que usted y yo sabemos, para que pudiera soltarme este maletín.-dijo levantando el malentín.- hay $100,000 dólares. -dijo uno de los hombres de confianza.

Lorenzo: Me estás jodiendo.- dijo abriendo los ojos como plato y riendo fuertemente. Fue lo mismo que me diste para la muñequita?.-preguntó y el hombre asintió.-Perfecto, seguro que esto no los matará verdad?, mira que no quiero problemas,-le dijo en tono amenazante.

...........Le digo que no Don Lorenzo, la droga que le pusimos, solo los pondrá eufóricos, aumentará, su apetito sexual nada más, le puse la cantidad adecuada. Además tenía que darle eso para que me diera el malentín, a los pocos minutos de tomarse el trago me pidió que le buscara a una mujer.-dijo riendo.

Lorenzo: Bien, llévalo al cuarto. Ya sabes qué hacer.-dijo y su empleado hizo lo que le pidió. Este es mi día se suerte carajo.-dijo riendo y abriendo el maletín viendo los dólares. Ay muñequita, me hubiera gustado disfrutarte yo, pero yo mismo no me pagaría $100,000 dólares.-dijo riendo tomando el dinero y empezó a contarlo.

Abril se había cambiado de ropa, se sentía una cualquiera, era un vil chantaje lo que le estaban haciendo, se sentía rara, su cuerpo se sentía extasiado, su pulso se estaba acelerando, tenía unas ganas enormes de tocarse, sin saber, empezó a desnudarse, se acostó en la cama y empezó a acariciar su cuerpo, se retorcía en la cama mientras sus manos viajaban por sus pechos, sus caderas, se sentía sucia, pero era algo más fuerte que ella, estaba en trance cuando de repente la puerta de aquella habitación se abrió, dejando ver a un hombre que inmediatamente la vio, se abalanzó sobre ella. Se empezaron a besar desesperadamente. El aliento a alcohol de él, llegaba a las fosas nasales de ella, quería alejarse de aquel hombre, se sentía sucia, pero su cuerpo la traicionaba, el empezó a besar su cuello, no podía sostenerse prácticamente, besó los pechos de ella, su cintura, arrancó sus bragas, mientras a duras penas puso quitarse los pantalones y sus bóxers. Abrió las piernas de ella, y sin previo aviso, la penetró fuertemente, haciendo que ella diera un grito tan fuerte, que sentía que sus entrañas iban a salir por sus cuerdas vocales. Quiso detenerlo, pero su cuerpo le pedía que siguiera, se sentía extasiada y a la vez sucia, no entendía el cruce de emociones que sentía.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora