Capítulo 35: ¿Celosa?

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Prov. Alexandro....

Estoy que me lleva el diablo, David me declaró la guerra, me dejó muy claro que está interesado en Abril. Pero que ni crea que dejaré que se acerque a mi mujer, primero muerto antes que dejar que se acerque a ella, Abril es mía, mi mujer, la madre de mis hijos, el amor de mi vida y no voy a permitir que me la quite.

Abril: Magi?, ¿qué pasa por qué lloras?- Le preguntaba mientras terminaba de vestir a Mayita.- está bien, cálmate, voy para allá.- Dijo y colgó.- Mi amor, ya estás limpia, voy a salir un rato, por favor Mayita, ya no te ensucies hija, regreso en un ratito sí?

Mayita: Sí mami.- Dijo y salió de la habitación, encontrándose con Alexandro.

Alexandro: ¿A dónde vas?- Preguntó intrigado.

Abril: Al departamento, necesito hablar con Magi, te puedo encargar a Mayita?- Dijo

Alexandro: No tienes que encargarme a mi hija, claro que me quedo con ella.- Dijo serio, no le gustaba el tono como Abril el estaba hablando.- Que Aguirre te lleve y te espere.

Abril: Perdón?, no necesito tener a tu guardaespaldas vigilando todo lo que hago.- Dijo molesta.

Alexandro: Me importa un carajo lo que creas. Atentaron contra mi hija y lo mismo pueden hacer contigo. Hasta que no se descubra quien fue, no podemos andar como si nada en la calle, así que quieras o no Aguirre te acompañará.- Dijo serio y a ella no le quedó más remedio que aceptar.

Susana: Tú qué haces aquí?- Dijo mientras veía como Lorenzo entraba a su oficina, iba con un bastón.- Al parecer no entendiste lo que te dije la última vez, o ¿quieres otra dosis?- Dijo molesta.

Lorenzo: Querida, bájale a tu agresividad.- dijo sonriendo haciendo una mueca de dolor al sentarse.- Estoy enojado contigo por lo que me hiciste, casi me dejas cojo.- dijo con una sonrisa.- Pero como no soy de guardar rencores con mis aliados, vine a que hablemos de negocios.

Susana: Yo contigo no quiero nada imbécil, no te voy a perdonar jamás el que hayas querido matar a Alexandro.

Lorenzo: Solo quería darle un susto, pero ya ves, tiene más vidas que un gato. Deja de ser tan arisca, y escúchame, se que quieres recuperar a tu ex marido, y yo te puedo ayudar a separarlos, podemos unirnos, escucha lo que puedes hacer.- Dijo y ella lo miró atenta.

Magi: Es que te juro Abril que lo odio, no tiene derecho de venir aquí a decirme todas esas cosas.- Decía llorando mientras Abril la abrazaba.

Abril: Magi, no lo odias, lo amas. Estás enojada con el porque recién se acaba de dar cuenta de lo que siente y tú ahora estás con Arturo.- dijo separándose de ella.- Magi, ninguna máscara, ningún rubor pueden tapar las heridas del corazón ni mucho menos una crema desmaquillante puede borrar el amor que sientes aquí.- dijo señalando el pecho de ella.

Magi: Lo dices por ti verdad?- Dijo limpiándose las lágrimas.- ¿Cómo te va con Alex, sigue igual de indiferente contigo?

Abril: Sí, ya no me mira como antes.- dijo y unas lágrimas se asomaban a sus ojos.- Creo que lo único que le interesa son Mayita y el bebé. Tenías razón Magi, debí dejarlo hablar, te juro que daría todo lo que no tengo porque él esté conmigo, porque me mire como antes, porque me bese, por dormir entre sus brazos y sentirme protegida, de verdad lo extraño mucho.- Dijo y ella la abrazó.- Estar en la misma casa, estar tan cerca y a la vez tan lejos, me hace sentir mal, y sé que todo es por mi culpa.

Magi: No digas eso, Abril, yo estoy segura que Alex te ama, creo que solo te está dando tu espacio, ya verás que volverá a insistirte y ahí sí debes dejarlo hablar.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora