Un Mundo Mágico.- Los Orígenes De Isis

Capítulo 7.- Luis

Estaba prestando atención a la clase, pero sentía que alguien me miraba desde la derecha, tras un rato por incomodidad volteé a verlo

—Deberías prestar atención a la clase —le dije, mirándolo a los ojos, estos eran  de un color verdoso extraño.

—Lo estoy haciendo, pero solo con mis oídos, mis ojos tienen una labor mas importante —dijo con una sonrisa.

Era tan insoportable que no quitara la vista de mi.

—¿Y cual puede ser esa razón? —le cuestioné

—Buscar alguna vista divertida, que me mantenga despierto durante el restó de la clase —habló como si acabará de lograr algo importante.

—¿Y ya la encontraste? —le pregunté, sentía que era algo relacionado conmigo, él asintió—. ¿Y que es?

—Una duda sencilla, ¿sabes que son las extremidades adicionales, que tienes en los costados de tu espada?

Rayos lo sabía, todos aquí solo me ven como un fenómeno, incluso Axel, que igual tiene una mutación evidente, me preguntó eso.

—No y no me importa saberlo —le dije cortante y volteé a seguir la clase, el paso uno de sus brazos rozando los pelos, del dedo más corto, de mi brazo largo derecho, me aleje un poco más.

—Esta bien, si algún día quieres saberlo, yo tengo una teoría —dijo acercándose un poco a mi, yo me intente alejarme un poco más, pero el asiento no era tan largo y caí al suelo.

—¡Auuu! —todos voltearon a verme, ese golpe dolió mucho, en especial en mi brazo largo izquierdo, el profesor caminó hacia mi.

—¿Esta bien niña? —me preguntó, mientras me ayudaba a pararme, vi mi mano había un poco de sangre en mi muñeca, solo una mancha, no provenía de ahí —. O rayos hay que llevarte a la enfermería —dijo observando a mi lado izquierdo.

Revisé a donde el miraba, extendiendo mi brazo largo un poco para ver mejor, vi el origen de la sangre, y del dolor, me había cortado levemente y estaba sangrando no mucho pero de manera contante.

—Eso era lo que me dolía —dije para mi misma, pero se notaba que profesor me escuchó, lo peor de todo es que arruinaba, el perfecto color azul que había adquirido, por la cantidad de pelo que tenía ahi.

—Señorita Hannah podría acompañar, a su compañera Isis, a la enfermería —habló él profesor, una chica que estaba sentada al frente en el lado derecho, que como todos estaba atenta a lo que ocurría se levantó.

—Si profesor —dijo y camino hacía acá, al instante note su arete.

—Yo puedo ir sola profesor —intente convencerlo, iniciaba a tener miedo.

—Yo ya dije que la acompañará, deje de quejarse niña caprichosa —por un rato sentí furia y mucha vergüenza, lo había dicho tan fuerte y tan claro que solo un sordo no lo entendería, para empeorar, acababa de darme cuenta de que yo era la única, a la que este profesor le decía "niña", eso me enfureció más.

—Esta bien —dije resignada y salimos de la clase, tenía miedo de con quien estaba, y ahora no estaba Evelyn para acompañarme...