Un Mundo Mágico.- Los Orígenes De Isis

Capítulo 12.- Conflicto de ideales

—Bueno ya que aceptaste ir, hay que escoger que te pondrás, no irás solo con tu uniforme —ordenó Evelyn cuando entramos a nuestra habitación.

—¿Y porque no?, no es que sea algo tan importante —replique restándole importancia

—Oye tómalo enserio, no todos los días vas a comer a la casa de alguien más —criticó volteando hacía mi—. Tienes que verte aceptable —terminó de hablar sentándose en su cama.

Yo igual me senté en la mía, extendiendo mis brazos largos de lado a lado.

—Entiendo como eres la típica hija de ricos mimada, quieres seguir actuando como tal, para mantener tu imagen —le hablé directa y sin rodeos

—Oye no es por eso, solo no me gustaría que después de esta visita, ahí su madre nos terminará prohibiendo, ir a su casa de nuevo —se defendió—. Y yo no era una niña mimada.

—Diselo a tu muñeca para dormir, eras mimada y se te quedó lo infantil —le dije cruzando los brazos.

—¡Solo te molesta eso, por que tu no tienes una cuando lo deseas en el alma! —exclamó

—¡No es cierto, solo las niñas pequeñas quieren eso y yo ya no soy una niña! —respondí molesta, sus palabras me dolían, ya tengo trece años, no quiero una muñeca.

—Yo tampoco, pero no por eso la votaré si es bonita.

Pensamiento de Evelyn:
—Yo pensaba regalarle una en su cumpleaños, pero bueno ya veo que no es buena idea.

—Pero nos estamos desviando del tema.

—Bueno tienes razón, veamos que podría ponerme mañana —hablé ya mas relajada, estaba empezando a darme cuenta de que discutir con ella era inútil.

—De hecho, yo pensaba en que podemos salir a comprarte algo nuevo —mencionó con una sonrisa, a la que devolví una mueca.

—¿Y donde conseguiremos algo para mi?, recuerda estas cosas no están en ningún diseño decente —le respondí alzando mis brazos largos.

—Yo conozco un lugar, donde te lo pueden personalizar rápido —explicó como si acabará de ganar un gran premio.

—Bien vamos, pero espero que no tengamos que caminar tanto, todavía no me acostumbró a tener estos brazos hacía arriba —realmente no estaba segura si era buena idea aceptar esto, pero tal vez así podría hacer que deje de quejarse tanto.

—Te conseguiré donde sentarte en cuando lleguemos —me dijo extendiendo su mano para que la siga.

Conseguimos permiso para ambas salidas (la de hoy y la de mañana), y nos fuimos, por suerte un jinete acepto llevarnos, asi no tuvimos que caminar tanto, aunque tampoco fue gratis, normalmente no aceptaban transportar niñas, y en una carreta o carruaje salía más caro.

Al llegar al lugar, la tienda de ropa Lamausia, me impresionó toda la variedad de ropa que había, ella me guio a donde había ropa de mi talla, y estuvimos ahí todo el día, la verdad es que no sabía que escoger, era la primera vez que yo elegiría.

Me tomaron más medidas de las necesarias, incluyendo de mis brazos largos, pero para cuando era hora de volver, ya le habían hecho las modificaciones necesarias a la blusa que me había escogido.

Yo quise pagar, pero Evelyn me dijo que ella había escogido ir y ella pagaría, discutimos un rato pero al final no me dejo pagar, lo bueno fue que como era la primera vez, que veían a alguien con mi mutación, nos hicieron gratis la modificación.