Un Mundo Mágico.- Los Orígenes De Isis

Epílogo

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Estábamos sentados en el puente Axel y yo, con el río bajo nosotros, estaba aquí porque el me invitó a ver el atardecer, aprovechando que Alex nos invitó a Evelyn y a mi a una pijamada, a Axel se le ocurrió "secuestrarme" unos minutos.

Ya conocía este lugar, y venir de nuevo, me hizo recordar uno de los pocos momentos felices de mi niñez.

El se veía nervioso, su chofer nos esperaba en su carruaje, el paisaje era hermoso, pues estábamos suficientemente lejos de la ciudad como para que esta no se notará tanto, los muros también estaban muy lejos para notarse, se podía presenciar el anochecer en todo su esplendor.

El puso su mano sobre la mía, mientras el sol estaba por iniciar a esconderse—. Sabes, hay algo que quería contarte hace tiempo y creó que este es un buen momento —mencionó volteé hacia él, el me miraba directamente.

—¿Qué es lo que deseas decirme? —pregunté, algo ilusionada, si decidió esperar hasta este momento debía ser algo especial.

—Isis se que no siempre me he comportado de la mejor manera contigo, los primeros días que nos conocimos fui un completo idiota.

—Bueno al menos lo admite.

—Cállate conciencia quiero escuchar lo que me va a decir.

—Pero, es que no sabía como actuar, los primeros días pensé que solo era curiosidad por lo diferente que te veías —bien eso confirma algunas cosas—, pero luego me di cuenta de que era algo diferente algo más fuerte —se corto un momento, tomo con delicadeza mi mano derecha, y entre lazo sus dedos con los míos—. Me gustas mucho Isis, todo de ti, tu cabello anaranjado, tus plumas azules, tu forma tan única de ser, tan decidida a demostrar quién eres, incluso ante tus miedos, me siento enamorado de ti, y me gustaría pedirte, que seas mi corteja.

Me sentí tan... Su forma de decirlo me estremeció, su voz, se notaba sinceridad en sus palabras, era extraño, después de todo Alex me había dicho la verdad.

—¿No sientes lo mismo verdad?

Lo miré sabía que el me quería.

—Lo siento Axel fue muy hermoso lo que dijiste, pero no, la verdad no siento lo mismo por ti —le respondí bajando mi cabeza—. No puedo darte, ni aceptarte todo lo que tu quieres, pues no todo yo lo quiero, pero si puedo compartir contigo, aquello que ambos juntos queremos —agregué.

—¿Y qué sería eso? —preguntó.

—Bueno, además de seguir siendo mi pareja de baile predilecta —mencioné, confirmando lo que en aquella situación seguía siendo dudosa, me sentía nerviosa por lo que diría, era algo extraño para mi—. Bueno... Me gustaría que tu fueras mi primer beso —dije finalmente.

Levanté mi rostro y deje ver una sonrisa tímida, nos miramos a los ojos—. Si estás dispuesta a darme ese honor —respondió—. También sería mi primer beso.

Tomó mi otra mano también, y con su brazo superior izquierda me abrazo levemente por encima de mi hombro, moví mi ala derecha para cubrirnos un poco, y nos acercamos despacio he inseguros de lo que haríamos, sentía su respiración, mi corazón estaba algo acelerado, nuestros labios se rozaron he iniciaron un lento y tierno beso, se movían bastante bien juntos, nos separamos tras varios segundos, miramos hacía el sol, justo en los últimos segundos, antes de desapareciera, un hermoso pero efímero espectáculo del cielo.

—El mejor momento del día, para conmemorar nuestro primer beso —dijo él, con una voz meliflua.

—Si, el mejor momento —confirme con una voz lenta, me llevé 2 dedos de mi mano izquierda a la boca, era increíble el momento—. Tal vez podríamos...

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Esta historia continuará en "Un Mundo Mágico 2.- La Juventud de Isis"
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