【Secreto | Dragon Ball】『TruTen』

⡱Capítulo 9: Culpable.

Día tras día, piropo tras piropo, Goten tras el idiota que le escribía esas ridiculeces. Eso era de esperarse, una parte del corazón se había eliminado recientemente y no es algo que se regenera al instante. No en él.

La letra del anónimo se le hacía raramente conocida, no sabía de quién, pero de alguien de los guerreros Z estaba seguro.

Quizás sea una chica: Marron, pero éste anónimo dijo que le encantaba las peleas, que le gustaba verlas aunque un poco de miedo tenía. No, imposible, la hija de Krillin prefiere la moda antes que luchar.

¿Pan? ¿Su sobrina? ¡Por supuesto que no! Es muy pequeña.

Le costaba adivinar quién era, e investigaría.

—Hijo —llamó su madre, golpeando la puerta de su habitación, posteriormente, entrando—. Bulma nos invitó a su fiesta de cincuenta años, aquí está la invitación —comentó con cautela Milk, dejando un sobre en la mesa y antes de ir, regalándole una mirada dulce a su segundo hijo.

Goten fué a ver a la invitación, a otro anuncio de otra fiesta. Realmente, para tener cincuenta años, era muy fiestera.

Invito a la familia Son a compartir un momento especial en mi vida: mis cincuenta años.

Los espero el Sábado 28 de Octubre en mi hogar, espero que no lleguen tarde.

Bulma.

Algo raramente no estaba bien, y no era que su "ex-suegra" no ponga una foto suya en la tarjeta, era por la tinta.

Parecía estar escrito a mano, algo que le pareció particular; no hubo ninguna invitación en la que no estuviese imprimida.

En cambio, ésta tarjeta, estaba escrita a mano con un plumón de alta calidad. El grosor de la cursiva, la forma en que cada letra daba vueltas para seguir con la otra...

Claro, ésto le sonaba y le llamó la atención desde que comenzó a leer la carta.

Bulma había estado mandándole esas cartas.

Ahora todo encajaba; ella estaba más distante con Vegeta, le gustaba mirar las peleas, lo conocía desde pequeño.

Pero, ¿por qué él?

—Seguramente debe ser un sueño, estoy alucinando, no, Bulma no puede ser. No me gusta —se repetía sosteniendo su cabeza, ésto era tan confuso.

Pero, ¿realmente era ella? Quizás si se hacía como el que no se dió cuenta podría investigar más a fondo.