Una tormenta y una respuesta

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AQUI SIN FALTA EL CAPITULO DE ESTA SEMANA, A VER SI PUEDO SEGUIR ESCRIBIENDO HOY PARA SUBIR UNO MAÑANA YA QUE NO SÉ SI PUEDA SUBIR UN CAPITULO EL PROXIMO FIN DE SEMANA YA QUE ESTARÉ FUERA DE CASA, GRACIAS A TODOS Y TODAS POR SUS COMENTARIOS, DE VERDAD QUE ME ENCANTA LEERLOS Y ME MOTIVAN BASTANTE, AUN NO TENGO UNA FECHA PARA EL FINAL, PERO CADA VEZ QUEDA MENOS Y SIGAN COMENTANDO QUE SIEMPRE LES LEO, AUNQUE NO SIEMPRE PUEDA RESPONDER


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Evan se paró por unos momentos frente a la puerta de la casa, no sabía si entrar o no; por una parte quería ver a Violeta pero por la otra no se sentía capaz de mirarla a la cara, no podía cuidarla esta vez, porque ella quería precisamente a alguien que puede hacerle daño, y él no le quitaría su felicidad.

Puso una mano en el pomo de la puerta, estaba un poco tembloroso pero antes de poder abrir, la puerta se abrió frente a él encontrándose cara a cara con Violeta. No supo porqué pero un choque eléctrico de nervios le recorrió la espalda, podía sentir su perfume mezclado con el aroma de su piel y era excesivamente dulce.

-Aaaaaah…

-Pasa Evan, es tu casa, no te vas a quedar parado allí toda la tarde o sí –Le dijo Violeta con su acostumbrado dulce tono de voz.

-Por qué Violeta? –Le respondió él sin pensar-.

-Porque es tu casa? –Dijo ella un poco confundida

-A eso no me refiero, por qué te casas –Soltó de repente la pregunta que le venía rondando la cabeza desde hace algún rato

-Quieres que te responda en la puerta o mejor nos sentamos

Acto seguido tomó a mano de Evan que se sentía firme, por un momento quiso apretarla y quedarse así unos instantes, se sentía protegida, pero sacó rápidamente ese pensamiento de su cabeza para enfocarse en una pregunta que más que a él tenía que responderse a sí misma.

Al momento de sentarse, el cielo se oscureció repentinamente y cayó una tormenta, como no lo había hecho en mucho tiempo, de esa clase de tormentas que tanto asustaban a Violeta, que cuando pequeña, si no tenía a alguien a quién abrazar, corría al armario y se escondía allí dentro hasta dormirse. Odiaba las tormentas más que a nada en el mundo, el día en que sus padres murieron, el único recuerdo que le quedaba eran los sonidos de los rayos y de una tormenta que le pareció interminable… le estremecía.

Intentó sacarse ese pensamiento de la cabeza ya que tenía otras cosas pendientes las cuáles mantenían su mente ocupada, una respuesta que era para ella y para Evan, que no sabía porqué pero sentía que se la debía, que le debía todas las explicaciones que él le pidiera.

-Te escucho Violeta… dime, por qué te casas, lo sabes siquiera? –Le dijo Evan un tanto molesto sin darse cuenta que de a poco Violeta se estremecía levemente.

-Porque, siento que nadie me va a querer como lo hace él, siento que perdí algo muy importante hace mucho tiempo, y que jamás pude encontrar en ningún otro hombre, y que Criss lo completa en cierta forma, por eso me puse tan feliz cuando nos reencontramos, pero de todas formas, siento que falta otra parte, que no sé que es pero está ausente, algo que desde pequeña siento que me hace falta…

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