• You Save Me • [ Kim Taehyung ]

• Capítulo 7 •

Estaba muy cansada así que me fui a dormir primero. Tae se quedó hablando con sus papás cuando me fui a mi habitación, no se si si hablará con alguno de los chicos. Cuando dijo que tenía sus números de teléfono mi corazón comenzó a latir con fuerza, no los tenía en frente pero parecía que si. En parte me fui por eso, para no incomodar a Tae y para prevenir que se me escape un grito de fangirl o algo.

Llego a escuchar la voz de Jin y me da un patatús seguro.

Si, Kim Seok papi Jin era mi bias.

Pero la verdad, con solo escuchar la voz de cualquiera de los miembros hubiera hecho que me hiperventilara, así que mejor me fui. Quería que Taehyung todavía tuviera una buena percepción de mi.

Se que es raro decir que si escuchara la voz de alguno de los chicos saliera toda la fangirl que llevo dentro y que he tenido retenida por estos años, cuando tengo a uno de los chicos, en mi casa, en mi sofá, frente a mi, es ilógico.

Con todo esto, mis ojos ven a Tae con cariño, con amor, lo ven como una persona cualquiera que ha pasado por un duro momento. Al principio no tuve ni tiempo de verlo con Kim Tae Hyung integrante de BTS, lo primero que sentí fue la necesidad de rescatarlo, de sacarlo de ahí, de huir con el como si fuera un sueño.

Mi mente no había tenido el tiempo de asimilar todo lo que había estado pasando, creo que por eso todavía no había aterrizado sobre la situación en la que me encontraba. En ese momento me puse a reflexionar en todo lo que estaba pasando, no sé si pasaron horas o minutos pero mis párpados comenzaron a sentirse pesados hasta que quede profundamente dormida.

Un golpe en mi costilla izquierda hizo que me levantara de golpe, asustada me levante de la cama, pasaron unos segundos hasta que logré visualizar a otro cuerpo en la cama, aturdida aún por el sueño pude visualizar mejor a Tae. Me acerqué de nuevo a la cama para volver a dormir, pensé que el golpe que me había dado había sido por un mal movimiento de el mientras estaba dormido. Sin embargo, cuando me acerqué lo vi sudando y temblando, sus manos se abrían y cerraban en un puño. Agarre una de sus manos para despertarlo, estaba teniendo una pesadilla, eso ni dudarlo. Lo agité brevemente mientras decía su nombre con voz suave para no asustarlo más, al segundo intento él despertó de golpe, estaba asustado y llorando. Como el cuarto estaba oscuro no podía verme, se pego a la pared y se puso en posición fetal.

— No me hagas daño por favor.— sollozo.

— Tae, Tae, tranquilo, soy yo, Kala, todo esta bien. —me acerqué a él despacio.

Asustado y con miedo levantó la mirada, al verme y reconocerme soltó un gran suspiro. Me acerqué más a él para tranquilizarlo, cuando estuve lo suficientemente cerca lo abracé y acaricié su espalda sudada tratando de calmarlo. Su respiración era irregular y aunque había correspondido mi abrazo el aún seguía inquieto.

— ¿Tuviste una pesadilla?— pregunté suavemente. El respondió negando con la cabeza.— ¿Entonces que fue?

— Un recuerdo.

Juro que eso hizo que mi corazón doliera. Una lágrima ya se me había escapado de solo imaginar lo terrible que ha de haber sido ese recuerdo. Todo este tiempo he querido preguntarle todo, los detalles, como fue su secuestro, que le hicieron, absolutamente todo. Pero no quería que el recordara esos malos momentos por eso me había abstenido a preguntarle algo. Todavía no era momento.

— ¿Quieres volver a dormir?— Negó con la cabeza nuevamente.— Ven, recuéstate en mis piernas. Te contaré una historia.

Luego de unos minutos sólo escuchaba la suave respiración de Tae en la habitación. Yo estaba sentada en el respaldo de la cama mientras le hacía piojito en la cabeza que estaba sobre mis piernas. Me había puesto a hablar sobre diversos temas sobre mi, historias graciosas y vergonzosas que me habían sucedido para que Tae se olvidara de esos malos recuerdos y pudiera dormir. Y así fue, luego de que el quedará dormido mis ojos ya no aguantaban y se cerraron por completo.