• You Save Me • [ Kim Taehyung ]

• Capítulo 12 •

Luego de que todos pasáramos comiendo hamburguesas nos fuimos para el apartamento, cuando llegamos le entregué unas hamburguesas a los que se habían quedado en el edificio, quería caerles bien, no les voy a mentir, no me convenía caerles mal. Me agradecieron y regresaron a su lugar.

Cuando por fin entramos al apartamento Tae y yo nos volvimos a quedar solos, tenía que admitir que me sentía mucho más tranquila, eso de que me anden demasiado controlada no es lo mío, sus miradas me intimidaban.

— Kala, ¿me puedes prestar tu teléfono? Es que quiero pasar los números que guarde ahí al nuevo teléfono.— me dijo mientras se sentaba en el pequeño sofá de la sala.

— Si claro, toma.— le dije mientras le daba mi celular.

— Gracias Kala.— me sonrió.

— Yo ya regresó Tae, iré a arreglar las habitaciones y la cocina que por las prisas no ordene.— reí.

— Te ayudaré.— se levantó del sofá.

— No, no, no, quédate ahí, haz lo tuyo y descansa, que tu eres mi invitado y solo tienes que hacerme compañía.— le sonreí.

— No, pero te voy a ayudar.

— Me voy a enojar si sigues insistiendo.— fingí cara de enfado y logré sacar unas risas de parte de él.

— Esta bien.— se resignó y se volvió a sentar.

Cuando termine de hacer la limpieza en todo el apartamento me senté junto a Tae en el sofá de sala quien aún estaba en su nuevo celular.

— No cabe duda que tener niños es un gran trabajo, no estuvieron ni un día aquí y ya dejaron un gran desastre.— Dije riendo— Y eso son que son unos niños bastante tranquilos en comparación a otros.— volví a reír pero esta vez descansando mi cabeza en el sofá.

— Me agradaron mucho, espero volver a tener la oportunidad de convivir con ellos.— me miro sonriente.

— ¡Claro que si!— aunque se que eso no será posible.

Su sonrisa fue lo ultimo que vi antes de cerrar mis ojos y descansar en el sofá, no escuchaba nada, solo la respiración de Taehyung, ni siquiera el sonido de las teclas del celular; el no decías nada y yo tampoco, sin embargo, no se sentía un ambiente incómodo más bien tranquilo, para mi era así, no se para el, pensé.

— Kala

— Ujum.. — dije aún con los ojos cerrados.

— ¿Kala?— volvió a repetir mi nombre y esta vez si abrí los ojos para mirarlo.

— ¿Que paso? ¿Necesitas algo?— me acomodé en el sofá para verlo mejor.

— No precisamente...— rascó la parte trasera de su cabeza— Este.. la cosa es... que... umm— lucía nervioso y ya sabía sobre que era.

— Si es sobre lo de anoche, no te preocupes, no tienes que dar explicaciones.— tome su mano.— Es normal que pasen esas cosas después de pasar todo por lo que tuviste que atravesar.— sonreí.

— ¿P-puedo abrazarte?— pregunto tímido.

Pero no le respondí.

Simplemente lo abracé fuerte, prestando mis hombros para el.

— Perdón.— me dijo, pero había algo diferente en su voz— Yo no quería, yo no sabía, no era yo Kala, no era yo, yo no quiero ser así.— ¿Estaba llorando?