Capítulo 31:

29 1 0
                                    

Ninguno habló durante la película, pero yo lloré mucho, y él sólo me abrazaba más fuerte y besaba mi cabeza, para luego pasar su mano por mi mejilla y secar mis lágrimas con cuidado.

Ante esto, yo tomaba su mano, y mi llanto cesaba.

Cuando terminó la película, Harry me agradeció por haberla escogido, dijo que era la más linda que habia visto; y ese comentario, para mí fué como un halago.

No sabíamos que hacer, así que comenzamos a charlar. Le pedí que me hablara de él, de su vida en general, que omitiera la fama, las fans y Hollywood, y que me platicara de su vida antes de The X Factor.

Se puso cómodo; recostando su cabeza en mis piernas y recargando una pierna sobre la otra. Miró hacia arriba, respiró profundo y comenzó a hablar.

Me pareció tan sincera su voz, tan tranquila.. Jamás antes lo había escuchado hablar de esa manera, como si fuese algo que no le hubiera contado a nadie más.

Me habló sobre su vida en Inglaterra antes de entrar a The X Factor, de cuando trabajaba en la panadería, e asistía a la escuela. Incluso me habló de antiguas ex-novias, porque yo se lo pedí. Soy algo masoquista, siempre he pensado eso.

Me gustaba eso; sentía que él me tenía confianza.

Cuando él concluyó, me hizo las mismas preguntas a mí. Sobre como era mi vida antes de llegar a la academia, y yo le conté; toda mi infancia, y lo que llevaba de adolescencia.

Me agradaba mucho hablar así con él, y siento que lo disfruté más de lo que hubiera disfrutado sentarnos en el sillón a besarnos todo el rato.

Cuando se nos acabaron las palabras, surgió una idea y le propuse bailar.

-¿Sabes bailar salsa? -pregunté casual-

-¿Tengo cara de saber? -contestó irónico-

-Pues no, pero siendo yo bailarina, y tú mi novio, no puedes no saber.

Harry se quedó callado, seguía viendo hacia el techo.

-¿Es muy difícil? -preguntó-

-No lo sé, eso depende de cada quien. Tal vez se te dificulte un poco porque nunca la bailaste en alguna fiesta, como yo solía hacerlo en mi país.

-No importa, tú enséñame, quiero aprender.

Me levanté del sofá y lo jalé de la mano, busqué música salsa latina en la red y comencé a enseñarle.

-Trata de seguirme, observa mis pies.

Comencé a bailar, y él en efecto, trató de seguir mis pies, pero fracasó notablemente.

-Observa como muevo mis caderas conforme a mis pies -agregué-

No dijo ninguna palabra, y trató de bailar, y poco a poco lo iba logrando. En realidad, no iba nada mal para ser principiante.

Cuando por fin agarró el ritmo del repetido paso, le enseñé a marcar la vuelta, y le paeció mucho más fácil.

Terminó la canción.

-Vas muy bien cariño; si tomaras clases, en poco tiempo serías un experto, tienes buen ritmo.

-Sólo quieres hacerme sentir mejor, sabes que apesto.

-¡No es así! Además, nunca en tu vida lo habías intentado, vas muy bien -puse mi mano en su hombro, me paré de puntitas y besé su mejilla-Te quiero.

Estaba a punto de dirigirme a la cocina por un vaso de agua, cuando él tomó mi mano antes de que yo pudiera deslizarla de su hombro hacia abajo, me jaló del brazo, impidiendo que me fuera.

Lo miré sorprendida, y estaba a punto de preguntarle porqué no me dejaba ir, cuando él volvió a poner la música y comenzó a bailar de nuevo.

-No nos vamos de aquí, hasta que yo aprenda a bailar salsa -dijo con una amplia sonrisa en su rostro-

Me reí y seguimos bailando.

[...]

Al cabo de una hora, Dani por fin llegó y Harry decdió irse; ya era bastante tarde y teníamos que descansar.

Dani le ofreció quedarse, como la noche que me llevó a cenar, porque ya era tarde, y yo traté de convencerlo, pero él se negó.

-Amor, quédate, ya es muy tarde, no quiero que conduzcas a oscuras y a esta hora -insistí-

-No linda, deben descansar; al igual que yo, además es un abuso de la generosidad de Dani -dijo tomando mi cara con sus manos- Mejor mañana nos vemos, ¿te parece? Hay un lugar al que quiero llevarte a desayunar.

-De acuerdo -dije refunfuñando-

-Paso por tí a las 9, ¿okay?

-Okay -contesté resignada, y él rió ante mi puchero-

-Te adoro -dijo, para luego tomar mis mejillas con ambas manos y depositar un tierno y corto beso en mis labios- Te veo mañana preciosa, que descances.

-Y tú -contesté enrojecida-

Harry salió de la casa, subió a su auto, arrancó y se alejó.

No llevábamos ni un día como pareja, y yo ya sentía como si lo fuéramos de toda la vida.

Estaba rompiendo la promesa que hace mucho me hice a mí misma. Me estaba enamorando, y cada vez más.

Truly Madly Deeply ~ {Harry & Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora