Capítulo 10:

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Al parecer, me había desmayado de la emoción en la escuela. John me abrazó y yo a él.

Me dió un papel que decía el vuelo que abordaría y la hora a la que saldría nuesstro avión, el avión de los chicos de Mumford que se irían de intercambio.

Mamá entró a la habitación:

Mamá:Felicidades -Dijo mientras se recargaba en el marco de la puerta.-

(tn)____:  Gracias mamá.

John: Compermiso, las dejo solas un momento. -Dijo al salir de la habitación.

Las cosas entre mi mamá y yo habían estado tensas desde la pelea con Megan, pero al parecer, con la noticia de el Intercambio, esto había mejorado.

Mamá: Te voy a extrañar mucho, ¿sabes? -noté que un par de lágrimas salieron de sus ojos.

(tn)___: Sabes que yo a tí mamá. No sé como sobreviviré sin ustedes ahí.

Mamá: Lo harás bien, mi amor. Eres una triunfadora y te va a ir bien, porque además de que es lo que te gusta hacer, eres la mejor bailarina que he visto.

(tn)____: Te amo. -La abracé fuertemente.

Esta era la escena más conmovedora que había vivido con mi madre. Incluso parecía una de película.

Estaba lavandome los dientes cuando escuché los gritos de mi madre desde la sala: "(tn)_______ BAJA, SE HACE TARDE!"

Yo no contesté, sólo tomé mi bolso, mi teléfono celular y mi maleta lista.

Hoy era el día, hoy salía mi avión hacia Inglaterra. Estaría en Mumford London Dance Academy y hoy todo sería perfecto, mi vida cambiaría totalmente.

Bajé corriendo y me dí una vuelta antes de salir, para observar mi casa por úlitima vez en los próximos 6 meses.

Estaba extremadamente feliz por irme a Londres, pero sabía que extrañaría a mi familia, y mucho.

Subí al auto y me puse mis audífonos, pero aún así escuchaba lo que mis padres me decían.

Nos hicimos 20 minutos; pero para mí en un abrir y cerrar de ojos ya habíamos llegado al aereopuerto.

John iba con nosotros y me ayudó a llevar mis maletas.

Estando en el aereopuerto, tuvimos que esperar al menos 30 minutos para que llamaran a los pasajeros del vuelo 49.

Aprovechando el tiempo, John y yo fuimos a comprar café y unas rosquillas; y claro, a charlar un rato.

Estuvimos hablando de cada tema que se nos cruzara, y me dí cuenta de lo mucho que lo iba a extrañar. La academia de baile allá sería muy distinta, sobre todo sin John a mi lado para apoyarme.

Finalmente, llamaron a los pasajeros del vuelo 49 a Londres, Inglaterra.

Estaba a punto de dirigirme hacia la puerta que nos indicaron, cuando mi madre me abrazó y comenzó a llorar. La despedida fué un drama total; todos estábamos tristes, pero al mismo tiempo felices.

Despedirme de mis papás no fue sencillo; y menos de John, que se le quebró la voz al dejar escapar de entre su labios un pequeño "te voy a extrañar".

Después de despedirme de mi familia, me dirigí hacia la puerta, di media vuelta, les mandé un beso y me fuí.

Estabamos abordando el avión mis otros 9 compañeros y yo.

Tomé el asiento 33, junto a Samantha, una compañera de mi clase de belly dance. Samantha era una chica alta de cabello negro corto y ojos cafés, tenía una cara muy bonita y era almenos 3 años mayor que yo. En realidad, yo era la pasajera más joven.

Entablamos una conversación durante las primeras 2 horas, y luego ambas nos quedamos dormidas profundamente.

Al despertar, una de las señoritas del avión nos ofreció el desayuno a Samantha y a mí. Yo había perdido la noción del tiempo totalmente, pero al parecer ya era la mañana del 10 de Julio.

La azafata nos indicó que ya sólo faltaba una hora para llegar a Londres, pero a mí se me hacía eterna.

Después de escuchar música un buen rato, platicar con Samantha y terminar mi desayuno, el piloto nos indicó que ya habíamos llegado a Londres, que nos abrigaramos y que bajaramos del avión.

Estaba casi temblando cuando me puse mi abrigo y tomé mi bolso, me dirigí hacia la puerta del avión y salí.

En el aereopuerto nos esperaban 5 profesores de Mumford; que hablaban español; eran tres mujeres y dos hombres. Una de las mujeres era rubia de ojos azules, la siguiente era castaña de ojos azules y la última sólo era caucásica con ojos marrón claro. Uno de los hombres tenía los ojos verdes y el cabello castaño claro, y el siguiente era negro y alto.

Todos nos recibieron con una sonrisa. Los saludamos y se presentaron.

Nos dijeron que nos dividiríamos en dos grupos de 5 para dirigirnos a la academia de baile, donde los alumnos ingleses nos estaban esperando.

Me fuí con dos de las maestras y el hombre alto y negro; la mujer rubia se llamaba Stella, la castaña se llamaba Casey y el profesor se llamaba Michael.

Nos llevaron a Samantha y a mí, junto con tres compañeros más en una Suburban negra y entablaron una conversación con nosotros en el camino. Hablaban muy bien español, aunque nosotros también hablabamos inglés. De vez en cuando cambiabamos el idioma de la conversación, eran muy agradables los tres.

Nos indicaron a cada uno que en la academia nos presentarían al alumno que nos alojaría en su casa; ya nos tenían asignados. También nos hablaron un poco de la forma de trabajo de su academia, y yo tenía razón, si trabajaríamos con artistas, si los mismos nos escogían.

Llegamos a la academia. Era un lugar enorme y hermoso. Y tenía el escudo de Mumford en la entrada principal. Los profesores nos dijeron que no había necesidad de bajar nuestras maletas.

Entramos a la institución, y todos los alumnos estaban formados en lo que al parecer era el corredor principal, que estaba rodeado de ventanales de cristal en lugar de paredes.

Nos dieron la bienvenida con una demostración de coreografía, de los mejores bailarines de la escuela.

Ahí estaba Danielle Peazer. Casi me desmayo cuando la ví bailando frente a mí; la novia de Liam Payne, uno de mis cinco ídolos.

Cuando terminó la coreografía, llegó la directora de Mumford y nos dió una cordial bienvenida a los 10 alumnos Mexicanos.

*en inglés*

-Es un placer tenerlos a todos aquí, chicos; Mumford London Dance Academy se siente honrrada de recibir a los 10 mejores alumnos de baile de nuestra academia mexicana. Les asignaremos un alumno a cada quién, que los alojará en su hogar durante los siguientes 6 meses. -Nos entregó una hoja con los horarios de nuestras clases asignadas, según las que tomabamos en México, y a la vuelta de la hoja estaba la asignación de intercambio.

Fué enorme mi sorpresa cuando ví que la persona que me alojaría en mi estancia en Londres y quién me mostraría la escuela, sería Danielle.

Truly Madly Deeply ~ {Harry & Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora