Doce

157 15 4
                                    

- ¡¿Como dices?! - Tamara se levanta de un salto y queda arrodillada sobre la porcelana de la tina. Sus rodillas hicieronun ruido sordo al chocar contra el material y arrugué el ceño pensando que eso debió doler. Abril pareció notarlo también, pero lo pasó por alto, presa también de la sorpresa por lo que yo acaba de explicar, acercó el torso hacia nosotras, tratando de no caerse de la taza del baño, sobre la cual estaba sentada como indio mientras abrazaba la almohada que me había quitado y la cual usábamos para sentarnos en la tina de baño cual si fuera un sofá. ¿Por qué reunirnos en el baño? Porque es de los pocos lugares en la casa donde no hay cámaras. Ahora, volviendo a lo que contaba...

- Me tienes que estar jodiendo, Claudia...

- ¿Puedes bajar la voz? - Abril habló con voz contenida, y le di la razón, descubrir que pasabamos tiempo de calidad en el baño no pondría felices a ninguna de nuestras celadoras - repítelo - giró hacia mí sus ojos celestes muy abiertos y su voz sonó como una orden.

- Que tengo un trato con Carla "Hacker loca" Di Trani y que podemos salir de aquí sin que Emmy lo sepa... - repetí con una pequeña sonrisa en el rostro - pero hay que hacer las cosas con inteligencia... necesitamos horarios...

- Si, si, detalles aburridos luego, detalles interesantes ahora. ¿Como la convenciste? - Tamara se volvió a sentar y de manera inconciente llevó las manos a sus rodillas y las acarició.

- Yo no la convencí. Fue Liam...

- ¿Por qué? - Abril frunció el ceño de forma exagerada, y no hice sino fruncir los hombros en señal de desconocimiento.

- Supongo que para convencerme...

- ¿De que?

- De ayudar, necesitaban que activara el programa ese.

- ¿Y porqué no podía hacerlo Carla?

- No lo sé... alguna razón habrán tenido - crucé los brazos sobre el pecho en un gesto por completo infantil ante las preguntas con que sentía que me bombardeaban.

- Pues yo no confío en ellos - Tamara se alejó hasta que su espalda hizo contacto con el borde de la tina. Abril, desde su lugar, apretaba el almohadón con mas fuerza mientras se mordía el labio inferior.

- No lo sé... traman algo - murmuró la rubia.

- Por supuesto que traman algo... no hay que creer nada - Tamara cruzó también los brazos sobre el pecho y se hundió en su lugar.

- ¿Que podrían tramar?... ¿Inculparnos para enviarnos a la cárcel?... No veo que podrían ganar con eso - las tres nos quedamos cayadas... ellas parecían recelosas aún, pero defendía mi teoría ¿que ganarían Liam y Carla?...

- No hay cosa que puedas decir que me haga confiar en ellos - Tamara se puso en una postura y con un gesto en el rostro que me recordó a una niña en medio de un berrinche.

- Yo confío en ellos lo necesario - murmuré con gesto adorable en el rostro.

- Eres una tonta - respondió de golpe y por un segundo pensé que me sacaría la lengua. Lo esperaba. Hubiera sido el broche de oro a nuestra actuación de mocosas, la cual me había atontado tanto que tardé en notar que acababa de insultarme. En el segundo en que mi ceño se frunció y mi boca se abrió para replicar Abril me puso la mano frente al rostro. Tanto ella como Tamara tenían media sonrisa en el rostro, seguro a causa de mi reacción tardía.

- Yo tampoco creo prudente confiar en ellos, pero debo admitir que poder salir de aquí es una oferta demasiado atrayente como para dejarla pasar - la rubia se puso a jugar con un mechón de su cabello mientras sopesaba las posibilidades.

Casa Harrison para jóvenes problemáticos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora