No comprendía cómo podía ser eso posible... Me veía a mí... Era mi cuerpo el que estaba en aquella camilla, con todos al rededor...
De pronto, oí una voz que pronunciaba mi nombre. "Ignacio, Ignacio ven conmigo" decía aquella voz. Creí reconocerla, pero no era posible... Ella estaba allí, con todos los demás... Me volteé y la vi... Era ella... Era Vannia.
Se veía diferente... Había un brillo a su al rededor, un brillo, como un aura. Una luz muy brillante salía de ella. Su tez lucía más pálida de lo normal, lo cual hacía destacar el brillo que la rodeaba. Llevaba un vestido blanco que arrastraba por el suelo. Estaba más bella que nunca.
-¿Vannia? ¿Eres tu?
-Ven conmigo -Repetía ella, con aquella voz que formaba un gran eco al rededor mio.
Me acerqué un poco hacia ella. Intenté abrazarla para demostrarle que estaba bien, pero en cuanto toqué su cuerpo, seguí de largo. Era como si no estuviese allí presente. O como si yo, fuera un espíritu.
-¿Por qué estás aquí? -Me preguntó sin más rodeos -Deberías estar allá, con ellos
-Yo... No sé... ¿Por qué dices ellos? Tú también estás allá...
-Eso no es cierto. Yo no soy quien tú crees que soy. Supongo que debes pensar que soy Vannia, ¿cierto?
-Pero eres ella, ¿no?
-No, no lo soy. No realmente.
-¿A qué te refieres
-No soy ella, soy su espíritu
No entendía que estaba ocurriendo... Si creía en los espíritus, pero nunca había visto uno como aquel. Éste era la réplica exacta de una persona, era igual a Vannia.
La última vez que vi un espíritu, era gris, como una sombra. Solo demostraba tristeza. De hecho, creo que no tenía una forma humana. Sólo era una sombra, una oscura sombra.
Al tener estos pensamientos, creo que me escuchó. Pues un gran cambio se produjo en ella.
De pronto, comenzó a oscurecerse todo su ser.
-¿Qué te ocurre? ¿Estás bien?
-Si estás aquí, nunca lo estaré -dijo con una voz muy deprimente -Así es como está Vannia por dentro: Destrozada. Y más ahora que estás mal. No puedes morir. Eso la llevaría a las ruinas
-¿De qué hablas? ¿En serio eso es lo que ocurre con ella?
-Tal vez no lo notas, pero es la verdad. Debes volver, no puedes quedarte aquí por mucho tiempo. Mientras más tiempo estés acá, más devastada quedará
Luego estas últimas palabras, aquel espíritu comenzó a disolverse, y noté que mientras hablaba con él, algo pasó a mi al rededor. Ya no estaba en el hospital. Estaba una habitación blanca y solitaria. Ya no había ruido ni personas. Estaba solo.
Por suerte para mi, esta soledad no duró mucho, de pronto comencé a ver el hospital. Mi "espíritu" volvía viajando hacia mi cuerpo...…
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Una Triste historia de amor
RomanceEs triste enamorarse cuando a penas conoces a alguien, no sabes con que sorpresas te encontrarás... "Las relaciones a distancia nunca funcionan", me decían, tenían razón... En especial, si deben preocuparse por ti... No se puede tener todo... Vannia...