Maratón 1/3 Capítulo 12

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Si me preguntaran cual es mi momento favorito, diría que exactamente este. Donde solo estamos Mariana, la carretera, el coche, la música y yo. Y si me preguntaran el mejor recuerdo que guardo de la imagen de Mariana, diría que exactamente como la estoy viendo en este momento.

Una Mariana, llena de alegría, cantando como una loca y sonriendo en todo momento. Siempre fue una perdición para mi ver en la manera en la que Mariana goza de la música, es que su cara se transforma y se nota el placer que le da. Sencillamente hermosa.

Y es que no era para menos, Mariana a lo largo de los años fue mi total debilidad. Era la razón de mis locuras, y no estaría independizado de alguna manera si no fuera por ella. Aun recuerdo como llego dando saltos para decir si nos íbamos lejos ella y yo.

*Flashback*

Mi celular sonaba sin cesar, interrumpiendo mis horas valiosas de sueño. Voy a matar a esta persona.

-¡¿QUIEN DEMONIOS ES?! -Grite malhumorado - ¡¿Y QUE MIERDA QUIERE?!

Una carcajada sonó al otro lado. Claro que reconocía esa risa.

-Soy Mariana - Dijo todavía riendo - Y quiero una salvaje noche de pasión.

Y otra vez sonó su risa. De repente me vi sonriendo, y mi mal humor se había ido. Me volverá loco literalmente.

- Te dejo sin palabras mi propuesta, Guapo - Dijo divertida - Necesito verte ya. ¿Quieres que valla o nos vemos en otro lado?

Sonaba afanada. Ahora que habrá pasado.

-Mariana - Dije cansado - Enserio tiene que ser ya, estoy todavía dormido y cansado. No puede esperar a mañana.

-Ok, rulitos. Voy para allá.

Y colgó.

Valla esta chica no entiende que quise decir. Pero ella lo tomo como quiso.

Me volví a dormir en segundos. Hasta que de repente, sentí como un bulto de huesos y pelo cayo encima mío sin compasión, sacándome hasta el alma.

-¡HEY, RULITOS! -Dijo para después besarme la cara, sin tocar mis labios - ¡HE LLEGADOOOOOO!

Después de sus gritos y su demostración de cariño, no me quedo otra que cambiar la posición y ahora quedar arriba de ella sosteniendo sus muñecas a los costados de su cara que demostraba alegría pura. Y aunque amaba verla así de contenta, no era el momento. Al momento, de acercar mi rostro al de ella note como se calmo al instante y se puso completamente nerviosa. Aprovechando su nerviosismo y para después reírme de su expresión, acerque tanto mis labios como pude a los suyos sin tocarlos.

Lo que no esperaba era sentir ansias por tocar y besar sus labios. Diablos su respiración se volvió irregular y me tocaba, cosa que me desespero. Mire sus ojos, y esa fue una perdición mas, se notaba que quería esto tanto como yo. Pero un momento no puedo.

-¿Qué es tan importante ? -Dije oliendo su aliento a menta y cerezas - Tanto que no puede esperar.

Sus ojos se fueron a mis labios y se estaba acercando. No, no retrocede. La solté como si quemara y me acosté a su lado.

-Pues ... - Tartamudeo para darse cuenta y quedarse callada - Quiero preguntarte algo - La mire con curiosidad y asentí- ¿Qué harías por mi?

Su pregunta me dejo descolgado. Pero sin dudarlo respondí.

-Yo haría cualquier cosa por ti, Mariana - Sus ojos buscaron los míos, y valla que los encontró - Arriesgaría mi propia vida por la tuya.

Sus ojos brillaron y una sonrisa timida se asomo, la trato de disimular corriendo el cabello que tenia en la frente.

¡¿CASARME CON MI MEJOR AMIGO GAY?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora