Entonces, un súbito movimiento por encima de ellos casi les hizo soltar la jaula. Olvidando que eran invisibles, se encogieron en las sombras, contemplando las siluetas oscuras de dos personas que discutían a unos tres metros de ellos. Una lámpara brilló.
La profesora McGonagall, con una bata de tejido escocés y una redecilla en el pelo, tenía sujeto a Malfoy por la oreja.
McGonagall : ¡Castigo! —gritaba—. ¡Y veinte puntos menos para Slytherin! Vagando En medio de la noche... ¿Cómo te atreves...?
Draco : Usted no lo entiende, profesora, Harry Potter vendrá. ¡Y con un dragón!
McGonagall : ¡Qué absurda tontería! ¿Cómo te atreves a decir esas mentiras? Vamos,hablaré de ti con el profesor Snape... ¡Vamos, Malfoy!
Después de aquello, la escalera de caracol hacia la torre más alta les pareció lo más fácil del mundo. Cuando salieron al frío aire de la noche, donde se quitaron la capa, felices de poder respirar bien, Hermione dio una especie de salto.
Lily : ¡Malfoy está castigado! ¡Podría ponerme a cantar!
Harry : No lo hagas —la previno Harry.
Riéndose de Malfoy, esperaron, con Norberto moviéndose en su jaula.Diez minutos más tarde, cuatro escobas aterrizaron en la oscuridad.
Los amigos de Charlie eran muy simpáticos. Enseñaron a Harry y Hermione los arneses que habían preparado para poder suspender a Norberto Entre ellos. Todos ayudaron a colocar a Norberto para que estuviera muy seguro, y luego Harry y Hermione estrecharon las manos de los amigos y les dieron las gracias.
Por fin. Norberto se iba... se iba... se había ido
Bajaron rápidamente por la escalera de caracol, con los corazones tan libres como sus manos, que ya no llevaban la jaula con Norberto. Sin el dragón,y con Malfoy castigado, ¿qué podía estropear su felicidad?La respuesta los esperaba al pie de la escalera. Cuando llegaron al pasillo,el rostro de Filch apareció súbitamente en la oscuridad.
La respuesta los esperaba al pie de la escalera. Cuando llegaron al pasillo,el rostro de Filch apareció súbitamente en la oscuridad.
Harry : Bien, bien, bien —susurró
Lily : Tenemos problemas. - susurro
Habían dejado las capas invisibles en la torre.
Las cosas no podían haber salido peor
Filch los llevó al despacho de la profesora McGonagall, en el primer piso,donde se sentaron a esperar; sin decir una palabra. Hermione temblaba.Excusas, disculpas y locas historias cruzaban la mente de Harry, cada una más débil que la otra. No podía imaginar cómo se iban a librar del problema aquellavez. Estaban atrapados. ¿Cómo podían haber sido tan estúpidos para olvidar las capas? No había razón en el mundo para que la profesora McGonagall aceptará que habían estado vagando durante la noche, para no mencionar la torre más alta de Astronomía, que estaba prohibida, salvo para las clases. Si añadía a todo eso Norberto y las capas invisibles, ya podían empezar a hacer las maletas.
¿Harry pensaba que las cosas no podían estar peor? Estaba equivocado.Cuando la profesora McGonagall apareció, llevaba a Neville.
Neville : ¡Harry! —estalló Neville en cuanto los vio—. Estaba tratando de encontrarte para prevenirte, oí que Malfoy decía que iba a atraparte, dijo que tenías un drag...
Harry negó violentamente con la cabeza, para que Neville no hablara más,pero la profesora McGonagall lo vio. Lo miró como si echara fuego igual que Norberto y se irguió, amenazadora, sobre los tres.