Virtual boyfriend [UsUk/UkUs]

Extra 2

Como se eligió, primero el extra sorpresa (aunque la imagen ya lo dice todo)
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Jueves 4 de Julio, 2019 [17:52]

  Alice corría emocionada por los pasillos de la casa, hoy era el gran día y no podía parar de lloriquear todo el rato. Llegó a la habitación de su tercer hijo y petó la puerta con el pequeño ramillete en sus manos.

—Adelante —dijo Scott desde el otro lado de la puerta y la madre la abrió con cuidado.

  No pudo contener las lágrimas al ver a su pequeño vestido así y corrió a abrazarle.

—Mom, mancharás el vestido de maquillaje —avisó el pelirrojo apartándola con cariño.

—Lo siento... Es que... Jamás creí que viviría esto tan pronto... Y Arthur está tan hermoso... —decía la madre con dificultad por la emoción que tenía en su cuerpo.

—No llores mom. No es como si fuera a irme para siempre —dijo Arthur con una dulce sonrisa en el rostro y acarició la mejilla de su madre con su mano cubierta por un guante blanco.

—Pero te me vas del nido con solo 19 años... Mi pequeño se me casa... —decía entre lágrimas siendo consolada por su hijo mayor.

  Así es, hoy Arthur Kirkland se casaría con su persona amada, la persona que llevaba amando por más o menos 2 años.

  Vestía un vestido blanco, largo, liso, ajustado hasta la cintura donde luego una amplia y larga falda caía por su piernas tapando sus tacones y sus medias de rejilla, con la parte superior del pecho que era tapado un poco por una tela blanca transparente que llegaba hasta el cuello del vestido; claramente, acompañado por un hermoso velo sujeto por una diadema y unos largos guantes blancos.

  El traje perfecto para el hijo perfecto decía su madre, aunque en un principio ella y su padre querían que fueran de traje blanco, pero Scott y Alfred les convencieron para que dejaran a Arthur llevar vestido el día de su boda.

—¿Estás seguro de esto conejo? —preguntó Scott algo serio—. Todavía puedes echarte para atrás.

—No lo haré, quiero casarme con Alfred —dijo sin borrar su boba sonrisa del rostro.

—Ya es hora —anunció el padre del inglés desde el otro lado de la puerta y Arthur se levantó de su asiento con confianza.

[18:30]

  Todos los invitados se encontraban en la iglesia observando al novio que esperaba ansioso la llegada de su marido. Vestía su traje blanco perfectamente colocado por lo detallista que era su primo Matthew, sino hubiera sido por él Alfred se hubiera casado en un pijama blanco de superhéroes.

—Ya llega Arthur —anunció un invitado por lo bajo, exactamente Francis quien se sentaba agarrado de la mano del japonés.

  Los dos amigos del americano habían venido a Inglaterra solo para asistir a la boda de su amigo y a conocer a ese tal Arthur que había causado tanto revuelo en la vida del estadounidense.

  La música comenzó a sonar y Alfred miró al pasillo de la iglesia por donde caminaba Arthur tan perfecto y hermoso como siempre agarrado del brazo de su hermano. No podía creer lo bello que se veía su novio, y menos aún podía creer lo afortunado que era por poder estar con alguien así.

  Arthur llegó al fin al frente de su prometido con el ramo entre sus manos con el permanente sonrojo en sus mejillas. Tan tierno se veía, tan frágil y a la vez fuerte se veía, era un ser perfecto ante los ojos azules de Alfred.