Virtual boyfriend [UsUk/UkUs]

Extra 4

Avisos:
-R18
-Será un suceso anterior al otro extra
-Cuidado de perdida de la visión por la basura que seguramente vayas a leer ahora
-Si aprecias tus ojos no leas
-Si aprecias tu mente no leas
-Si quieres morir... Pase y lea :D
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Jueves 14 de Febrero, 2019 [20:12]

  Alfred se encontraba esperando impaciente en el sofá la llegada de su novio Arthur. Habían quedado para celebrar el San Valentín en un hermoso parque hace unas cinco horas, pero el inglés no había llegado y lo peor es que Alfred sospechaba algo que no le gustaba.

  Arthur desde hace varios días llegaba a altas horas de la noche muy fatigado y de mal humor o faltaba a las citas que tenían justificándolo con pobres excusas. Scott le pidió que vigilara de no recaer en alguna de sus adicciones pasadas, ya que él no le podría vigilar tras la mudanza del menor a la casa del americano.
Y eso es lo que sospechaba Alfred: Arthur comenzaba a retomar viejos hábitos.

  Oyó la puerta abrirse y con el ceño fruncido se levantó con los brazos cruzados. Hoy debía hablar con él sí o sí, si es que ciertamente pasaba lo que pensaba.

—Arthur —le llamó en un tono alto y serio, pero sin gritar.

—Buenos días Alfred —saludó adentándrose en la sala de estar.

—Buenas noches más bien —corrigió molesto—. Tenemos que hablar —Arthur le miró sorprendido al americano. Esas palabras nunca traían nada bueno.

  Alfred se fijó en el aspecto de su pareja una vez lo tenía más de cerca: tenía grandes ojeras, estaba más pálido, más delgado, su pelo tenía menos brillo...

—¿Qué pasó? —preguntó temeroso el ojiverde una vez ya estaba totalmente enfrente de su novio.

—Seré directo, ¿has vuelto a beber alcohol o tomado drogas? —preguntó dejando a Arthur perplejo.

—¿Qué? N-No, claro que no. ¿Cómo se te ocurre esa idea? Tengo el organismo limpio —aclaró un poco molesto.

—Has estado llegando tarde a casa con ciertos síntomas que no son comunes para alguien que solo estudia y no está en época de exámenes; además de cancelar todas las quedadas conmigo y con tu familia —explicaba sin apaciguar su tono de voz—. Tengo razones para pensar que has recaído.

—No lo he hecho —reafirmó el menor.

—Déjame oler tu aliento y déjame ver tus brazos —pidió, casi como una orden el americano.

—¿Mis brazos? Alfred, te juro que no he estado tomando nada. Ni siquiera antes me chutaba algo; la única vez que lo intenté no encontré la vena y terminé perdido de sangre... —susurró lo último agachando la mirada algo cohibido.

—Arthur —le llamó de forma autoritaria. Realmente no le gustaba tener que estar haciendo todo esto, pero debía hacerlo por si acaso.

—Alfred, en serio que no he tomado nada... ¿Acaso no confías en mi? —preguntó dolido.

  Él siempre había confiado en Arthur en todos los momentos por muy difíciles que fueran, pero ahora parecía que toda esa confianza se había perdido.