Virtual boyfriend [UsUk/UkUs]

Extra 3

//Emma si lees esto comenta o vota :"v//

Continuación del primer extra, es decir el final alternativo.
Soy buena y compasiva como podréis ver.
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  ¿Qué día era? ¿Qué hora era? ¿Qué año era? No lo sabía, pero tampoco le importaba.

  Llevaba ya un tiempo en aquel lugar sin saber exactamente que hacía allí, cuánto tiempo llevaba allí o dónde estaba. Era un misterio, pero no sentía necesario saberlo.

  Allí pensaba todo el día, pues la noche nunca llegaba. Intentaba pensar quién era, cómo era, como había llegado allí; pero nunca encontraba las respuestas, solo aparecía una sensación incómoda en su pecho.

  Miraba hacia abajo para observar la Tierra y los seres que había en ella. Y siempre fijaba su vista en un pintoresco rubio sin saber bien porqué. Solo sabía que verle le sacaba una sonrisa, sobretodo cada vez que se sonrojaba o se reía, y que cuando lloraba su pecho se oprimía.

  ¿Qué era ese sentimiento? ¿Por qué se sentía así? ¿Quién era ese chico que tanto observaba? ¿Por qué solo podía observarle a él? Todo era desconocido para él, pero sentía que era mejor así, que no le conociera.

  Siguió observándole sin separar la vista de él. Lo había visto tantas veces que ya prácticamente sabía como actuaría o con quien se juntaría, pero seguía sin saber quien era.
Lo sabía todo y a la vez no sabía nada.

  Otra vez repetía la misma escena que ya había visto varias veces. Ese chico lloraba en el suelo desconsolado, pálido, delgado, casi sin vida.

  Estiró su brazo, de nuevo intentaba alcanzarlo y animarle; pero como siempre era inútil, estaba muy lejos y las cadenas que le ataban no le dejaban moverse casi.

  Su corazón dolía, siempre dolía al ver esa escena que veía en bucle una y otra vez. No sabía porqué ver como ese rubio era consolado por un pelirrojo le causaba tanto dolor.
Lágrimas descendieron por sus mejillas, ¿cuántas veces iban ya?

  El joven rubio caía en los brazos del pelirrojo, sin vida, sin espíritu, otra vez. ¿Por qué lloraba tanto? ¿Quién era ese chico para él? ¿Por qué tenía que repetir este sufrimiento tantas veces? ¿Por qué estaba encadenado? ¿Dónde estaba? ¿Quién era?
No sabía nada y el dolor solo hacía que su condición empeorara.

  Ahora, si todo se repetía como se llevaba haciendo desde que apareció allí, la historia de aquel joven volvería a verse desde que su sonrisa empezaba a opacarse. Pero algo cambió.

  La sala blanca en la que se encontraba comenzó a brillar cegándole. ¿Qué ocurría?
Y escuchó lo que parecían ser unos pasos apresurados.

—¡Arthur! —giró su cabeza haciendo sonar los grilletes que le sujetaban, por alguna razón ese nombre le hacía reaccionar.

  Abrió los ojos sin creer lo que veía y una extraña sensación surgió en su cuerpo. ¿Felicidad? ¿Tristeza? No lo sabía pero le gustaba.
Era aquel chico rubio que había visto perecer tantas veces enfrente suya, pero ahora portaba aquella brillante sonrisa que le caracterizaba junto con un montón de lágrimas en sus azules ojos.

  Ese joven corrió hasta él abrazándole con fuerza y sollozando en su hombro, mientras que él no sabía que hacer y permanecía impasible sin moverse, observando su gran espalda con aquellas cosas blancas saliendo de ella.

—Por fin te encontré Arthur... Después de tanto tiempo de búsqueda al fin te encontré —sollozó el ojiazul sin separarse de él.

  Él no entendía porqué el le buscaba, o porqué le hacía tan feliz que le abrazara, o porqué sentía que iba a llorar. ¿Quién era él?