Lamento la tardanza ¡Espero les guste!
Muchísimas gracias por leer y votar
—————————————————————————————————————————————No se cuanto tiempo duramos hablando, pues perdí la noción del tiempo. Es tan maravilloso hablar con él. Todo el mundo a mi alrededor se desvaneció y solo quedamos nosotros dos y nuestras voces. Su dulce y cálida voz me abrazaba y tocaba mi piel de una manera tan relajante, y ni hablar se esas veces que una de sus manos rozaba mi hombro o brazo. Nunca había disfrutado tanto una conversación con un extraño, eso por no decir que nunca había tenido ganta confianza con uno. Incluso llegué a olvidar con quién era que estaba hablando. Es tan sencillo, educado y maduro, que jamás imaginarías que es una súper estrella. Claro, si no fuera una de las personas más famosas del mundo, por no decir la más famosa.
Al parecer, mi amigo tiene bastante trabajo esta tarde. No le he visto desde que se marchó la última vez. No recuerdo que hubiera tanto trabajo como para que no pudiera descansar unos cuantos minutos. Pero de nuevo, hace unos meses que no paso por aquí.— ¡Oh Dios! —coloca sus manos en el estómago— ¡Para!, ¡Para o mi estomago va a explotar! Puedo morir aquí.
— ¡No! Por favor, no muera señor Jackson. No bromearé más. No podría vivir con la culpa.
Ambos reímos a carcajadas. Río como hace tiempo mo lo hacía y disfruto al máximo de su compañía. Y mientras lo hago, no puedo evitar pensar en lo bien que me siento al lado de el hombre. Usualmente, a pesar de mi profesión, no suelo sentirme cómoda alrededor de personas a las que no conozco bien. Me pongo nerviosa y me duele el estómago. Sin embargo, no con él.
Seguimos riendo, cuando caemos en cuenta de que nuestras ruidosas risas se escuchan en todo el restaurante, provocando que todos nos vieran de vez en cuando. Nuestras miradas se cruzan e intentamos contenerlas, pero solo estallamos en risa otra vez. Nuestro grado es tal, que cualquier tontería nos hará reír a carcajadas.— Estamos causando molestias.
— Esta bien mamá—bromea— me portaré bien.
— ¡Oye!—golpeo ligeramente su brazo.
— Ouch —ríe— Esta bien, Lo siento señorita Hernandez.
Hacemos una pausa, formando un in silencio, pero ya no es incómodo, solo es un silencio como cualquier otro.
— ¿Vives aquí?— pregunto rompiendo el silencio y cambiando abruptamente el tema.
— No—bueno, sí.
— ¿Sí o no?—arqueo una ceja.
— Verás, vivo en los suburbios.
— Ya veo.
— Y ¿Tú?—hace una cara graciosa —si es que puedo preguntar.
— Sí puede preguntar. Y sí, vivo aquí — asiento.
— Grace — dice John cuya voz identifico casi de inmediato.
Volteo instintivamente al escuchar mi nombre, al igual que Michael. Dentro de mi campo visual se encuentra John, caminando hacía mí. Su rostro refleja agotamiento, y se le ve fastidiado. Su entrecejo está fruncido, y sus ojos apenas miran al frente. Me pongo de pie con la intención recibirlo y preguntarle cómo va todo, pues es notorio que no va bien. Al verme, sin embargo, me hace una seña y pasa de largo, para colocarse del otro lado de la barra y servirse un vaso de agua. Mientras las gotas caen en el transparente vaso de cristal, hace un ademán para indicar que tomemos asiento.
— ¿Cómo te sientes?—pregunto alarmada.
No responde, se limita a esconder la mirada bajo el vaso de agua.
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Michael Jackson| Mi Otra Mitad
Fanfiction"¿Quién lo diría? Te has vuelto mi otra mitad de la noche a la mañana. Sin duda lo mejor que ha llegado mi vida. Llegaste esparciendo alegría y risas, lleno de vida y alegría, exultación. Es por eso que duele y me lastima sobremanera que no puedas...