Cena formal

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— ¿Crees que esto se ve bien? — digo mientras le muestro el vestido de sol que llega a la rodilla que me puse

— Grace — dice mi amigo mientras me ve de arriba a abajo

— ¿Se ve mal? — pregunto sin saber a que se refiere y volteando a ver al espejo que esta enseguida de él — ¿Debería de usar pantalón?

— Para nada— hace una pausa mientras me sigue viendo — Te ves muy bien, te ves...

— ¿Debería ponerme otra cosa?— pregunto preocupada mientras muevo la parte baja del vestido para ver como se ve— no quiero ir muy formal

— No, no te preocupes, te ves muy bien— interrumpe, y después se para junto a mí— el vestido es casual, y se te ve muy bien. Ahora solo falta peinarte, pero con lo hermoso que es tu cabello no sera nada difícil

— Gracias — una sonrisa se dibuja en mis labios — no quiero llevarlo suelto, quiero recogerlo un poco, pero no mucho

— No te preocupes, tu amigo y nuevo estilista John está aquí— dice jugando y después ríe a carcajadas y yo no puedo evitar hacer lo mismo

— Que suerte tengo — hago una pausa para reír más — bueno vamos, que falta poco

— Okay, okay

Me siento en mi peinador, y John se pone detrás de mí. Durante los primeros diez minutos más o menos no tenemos la menor idea de como peinarme, pero después se nos ocurrió algo. Descubrí que era cierto lo que había dicho, después de todos los estrenos y eventos a los que me ha acompañado y ayudado a escoger que ponerme, se había vuelto bueno en eso, era lógico, así como yo siempre escojo sus trajes, sin embargo no lo había pensado hasta ese momento. ¿Quién necesita una mejor amiga teniendo a John? Yo no.
Al cabo de un rato terminamos con mi cabello, todo termino en una trenza pequeña en el centro y que al tomar ciertos cabellos para hacerla recogía todos los demás, sin ser recogido del todo, más bien era un semi recogido.

— John — digo mientras miro todo mi cabello — te quedo hermosa

— No la hice yo solo — dice mientras admira su obra — pero gracias

— Ay John, técnicamente la hiciste tú— digo mientras lo veo fijamente

— Está bien, está bien, tomaré todo el crédito— al terminar de decir esto no pide evitar soltar una risita — ¿Qué hora es?

— No lo sé, déjame revisar— digo antes de dirigirme al reloj que está en mi buró— cuarto para las siete

— Todavía tienes tiempo ¿Dices que el va a venir a recogerte?

— Sí — fue entonces cuando pensé en John, ¿Qué pasaría cuando yo me fuera? No quería dejarlo ahí esperando — ¿John?

— ¿Sí?— dice al mismo tiempo que me voltea a ver

— Puedo prestarte el carro si quieres, para que no te quedes aquí solo

— ¿No me quieres en tu casa?— dice y finge tristeza

— No no es eso— digo mientras me le acerco y lo abrazo- lo que pasa es que no pensé en que te iba dejar solo, y probablemente quieras ir a tu casa

— Nop — dijo negando con la cabeza- me voy a quedar aquí a esperarte, para que me cuentes todo— hace una pausa para sentarse en mi cama- claro, si no te molesta, porque si te molesta me voy

— No, no me molesta— digo mientras camino hacia mi buró por mi bolso — puedes quedarte si quieres, yo no tengo ningún problema, por el contrario, me encanta tenerte aquí

Michael Jackson| Mi Otra MitadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora