"Un viaje hacia lo imposible hecho realidad"

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— Yo también te quiero — me había respondido. No  me alcanzan las palabras para describir tanta felicidad

Nos separamos de nuevo, mas no del todo, nuestras cabezas y pecho estaban separados, pero nuestros brazos se negaban a hacerlo , y yo solo me quedo admirando su belleza, no me pierdo ni un solo detalle, no quiero hacerlo, contemplo su rostro perfecto.
A pesar de sus ojos llorosos e inchados, sus mejillas rosadas y su triste expresión se ve preciosa, sus largas y hermosas pestañas están llenas de la lluvia de sus ojos, Sus ojos cafés reflejan una gran tristeza, es como un bosque triste a mitad de la noche, donde lo único que se ven son las estrellas, y que a pesar de que nadie llora, el murmullo de los arboles, el susurro del lago, y el hablar del césped reflejan una terrible aflicción. Sus labios rosados y carnosos, y sus rosadas mejillas, que ahora se encuentran más rosadas de lo normal, la hacen parecer una preciosa muñeca de porcelana. La muñeca más bella del todo el mundo, las más añorada y más valiosa de todas, y en este momento reposa en mis brazos.

     Al parecer sigue pensando en lo que ocurrió, en lo que ese tipo le dijo. ¿Acaso para  ella ese "Te quiero" mutuo no significa nada? ¿O después de todo le es más importante lo que él piense? No lo sé, pero no puedo soportar verla en ese estado de ánimo, como si alguien hubiera muerto, y todo por alguien que lleva mucho tiempo sin saber lo que es vivir.

— No pienses más en ello — digo sin pensarlo dos veces — eso realmente no vale ni un minuto de tu tiempo. No estés triste, mira que yo estoy aquí, a tu lado. No llores por él como si alguien hubiera muerto, hace tiempo que él no sane lo que es vivir ¿Bueno? Recuerda que yo estoy aquí para ti

No sé que fue lo que hice mal, cual de mis palabras la hirió, pero me arrepiento de haber dicho eso, pues su cara al escucharme se oscureció por completo. En un principio solo estaba triste, pero hubo algo en mis palabras que apagó su mirada. Su preciosa sonrisa se congela, y su mirada cambia, su rostro se transforma. No sé que hacer, no quería decirle nada malo. Tal vez fue por decir que estabas a su lado, no te quiere a su lado. No, me digo a mí mismo, no puede ser eso.

— Michael — dice con voz quebrada de nuevo — lo-lo siento — sus ojos se tornan rojizos nuevamente y advierto que esta apunto de llorar de nuevo — honestamente, eso no es lo único que ha pasado, han pasado tantas cosas— hace una pausa para poder respirar — Michael... la madre de John — vacila un instante — la madre de John tiene cáncer — dice finalmente y pequeñas lagrimas ruedan por sus suaves mejillas.

¡¿Qué?! Estuve a punto de decir, pero me contuve al verla. La noticia fue un golpe en mi estómago, y la piel se me erizó. Pobre John pienso, pero no sé que decir, todavía no lo digiero. John es amigo, debería estar ahí para él

Narra Grace:

— Michael — titubeo, no debo decírselo... pero tampoco puedo dejarlo pensando que solo es por él - lo-lo siento — tengo que tomar aire, hago una  pausa para retener las lágrimas que están por venir — honestamente, eso no es lo único que ha pasado, han pasado tantas cosas... Michael... la madre de John - ¡no lo hagas Grace! Me digo pero no puedo dejarlo creyendo eso. Debo decírselo— la madre de John tiene cáncer— las lagrimas brotan.

     A pesar de que mi vista se encuentra nublada por las lagrimas, logro ver su expresión. Su sonrisa se congela por unos momentos, para borrarse lentamente y al igual que todo su rostro apagarse. Su expresión denota preocupación, y otra cosa, pero no sé que es lo último. Me arrepiento de habérselo dicho, pero después de todo, después de casi golpear a Rick, después de haberme defendido a capa y espada, de haber salido a pesar de lo que su manager pensaba y de estar ahí conmigo, no pude negárselo.

Michael Jackson| Mi Otra MitadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora