Michael Jackson| Mi Otra Mitad

Triste habitación parte 2

— Gracias — dice al tomar su jugo — le pregunté a la enfermera si había un lugar en el que pudiéramos hablar sin que nos escuchara mi madre y sin alejarnos mucho, me dijo que podíamos usar esta sala, es como en la que nos explicaron todo, solo que esta no se encuentra en uso. Están usando otras

— Perfecto — digo — ¿Vamos?

— Damas primero — dijo para después abrirme la puerta

— Gracias — digo. La habitación es fría, debe de ser por que en este lugar se les notifica a los familiares del paciente que tan grave es el caso. ¿Cuánta tristeza habrá en este cuarto? Ambos tomamos asiento, yo en la del cliente y él en la del doctor — bien John

— Dios — dice en un suspiro — pareciera que todo esta en mi contra, se me viene encima el restaurante gracias a que las dos personas que tenía como mi remplazo renunciaron, mi hermana no quiere volver, no quiere hablarme — hace una pausa para respirar y contener su llanto a pesar de que algunas lágrimas rodaban por sus mejillas — sabes, de todas las personas a las que mi madre consideraba sus amigos, su familia, tú eres la única aquí. Por supuesto que no le he avisado a todo el mundo, por que conozco a mis tíos, y la prensa haría un escándalo... no le puedo contar a todo el mundo

Hace una pausa para pensar, he decidido no hablar y dejar que el lo haga, necesita desahogarse, alguien con quién hablar, no a alguien que hable por él.

— ¿Qué voy a hacer? — pregunta— ni siquiera es seguro que venga dentro de pronto, la conozco. Pensarás que soy un tonto, que soy un egoísta, o lo que quieras, y yo también me siento mal por decir esto, pero cada tratamiento cuesta un ojo de la cara — dice preocupado — y es que necesita tratamientos más fuertes y especiales por el grado en el que se encuentra, y no solo tiene problemas en un ovario, parece que hay pequeños tumores en el segundo

— No pienso nada de eso John — digo mientras coloco mi mano en su brazo — ni tu deberías pensarlo, sé que son caros, pero no te preocupes por nada

— Con el sueldo que gano apenas alcanzo para pagar sus tratamientos y sobrevivir pobremente — no pude ocultar mi cara de asombro, John gana bastante bien, es el dueño de una cadena de restaurantes o cafeterías, y tiene un sueldo por ello. Deben de costar mucho dinero

— John — digo — yo te puedo colaborar, déjame ayudarte ¿Si? Entre los dos sería mucho menor el gasto

— No, no te lo permitiría — dice alterado

— John — digo alargando su nombre — por favor

— No — dice rotundamente. ¿Porqué no me permite ayudarle? Soy su amiga, soy como su hermana. Aunque lo entiendo, a mi me daría vergüenza pedir dinero de esa manera, sobretodo por mis ingresos, pero el gastar más dinero de el que tiene destinado para si mismo terminaría dejando a la empresa con serios problemas financieros, se podría llegar al grado de no poder pagar la nomina — ya buscaré una manera de pagarlo todo. Lo que más me preocupa por ahora es el gerente, se puede prescindir de él, pero no por más de un día. No quiero que afecte ya que si a la cafetería le va mal, a mi mamá le va mal

— Yo puedo ser tu suplente, permítemelo, es la mejor opción— digo- y-y-y te aseguras de que los clientas tengan un buen trato y que estén satisfechos

— Grace — dice

— No John, déjame hacer esto

— La verdad es que sí eres la mejor persona para hacerlo, y me no me afectaría, por el contrario, eso sin mencionar que me encantaría que estuvieras a cargo, no solo por que te tengo absoluta confianza, sino también porque te conozco y sé que clase de persona eres