No sé que hacer

142 18 5
                                    

Narra Michael

     Cuelgo el teléfono con una sonrisa en mis labios, estoy tan emocionado que coloco mis dedos en mi boca y me siento en uno de los sillones de la sala. Me embarga la emoción y felicidad, no sé porqué, pero cada vez que termino de hablar con ella me siento así. Me siento ridículo hasta cierto punto, como un niño pequeño cada vez que ve a su artista favorito y se queda todo el día diciéndole a todo el mundo que lo ha visto; ridículo tal vez para los demás, pero no para él . Lo digo porque yo era así, cada vez que veía a James Brown, bueno cuando tenía tiempo de hacerlo. Le contaba a mi madre sobre sus pasos de baile, sus movimientos y lo mucho que quería ser como él, y ella solía escuchar cada palabra que decía, con una gran sonrisa en su rostro "Algún día serás mucho mejor que él, para ya lo mí lo eres" me decía todo el tiempo antes de besar mi mejilla. Así es como me siento ahora, y es curioso lo sé, es raro, pero no puedo evitarlo, ni lo haría si pudiera.
    Me quedo por un rato ahí sentado, y luego pienso ¿Qué pasa si hice mal? ¿Hice mal en pedirle que nos viéramos de nuevo? Cubro mi boca con una de mis manos ante todos estos pensamientos No debí hacerlo, voy a arruinar su reunión con John. Pero luego recuerdo que ella dijo que estaba bien y que no había problema, que les gustaría mi compañía, decido confiar en sus palabras, en ella. Me levanto decidido a confiar en ella, me quedo ahí por un instante y luego levanto mi muñeca para mirar mi reloj, tengo dos horas más.
    Tengo una cita con Frank, va a venir en dos horas para ver los detalles algunas entrevistas y algun concierto privado.
    Sin saber que hacer subo en dirección al estudio, tomo un lienzo y comienzo a dibujar lo que se me viene a la mente. Hacía tiempo que no dibujaba, pero me gusta mucho hacerlo, es otra manera de expresar mis sentimientos. Comienzo a dibujar a nada más y nada menos que a Mickey Mouse cuando el teléfono suena.

— ¿Hola?— preguntan de la otro lado de la línea — ¿Michael?

— Hola Frank — digo al reconocer su voz

— Michael — continua — ¿Cómo estás?

— Bien, bien — hago una pausa, ¿Porqué me llama justo antes de venir? Tal vez es una nueva tendencia suya o algo así me digo a mí mismo — ¿Ya vienes?

— Es por eso que te llamo— dijo seriamente. ¿Qué habrá pasado ahora? No me quiero preocupar ya que casi siempre habla así, serio

— ¿Qué pasa? — pregunto con la intención de llagar al grano, esto va para largo me digo es mejor que me siente

— Hubo un imprevisto — dice con el mismo tono serio. Un imprevisto no des tantos rodeos

— ¿Qué pasó?— pregunto

— Las fechas todavía no están listas, así que no tiene sentido que nos reunamos hoy, pero dicen que mañana en la mañana terminan con lo que falta y podemos tener la reunión

— Ah— respondo al entender — tuvieron que hacer cambios — digo medio preguntando y medio afirmando

— Exacto — responde — pero mañana podemos reunirnos

— Lo siento, mañana no puedo — digo mientras una gran sonrisa se dibuja en mis labios al recordar el motivo por el cual no puedo asistir

— ¿Ah no? — puedo imaginarlo alzando su ceja — ¿Porqué no?

— Tengo algo más que hacer— digo riendo y mis mejillas se calientan

— ¿Qué? — pregunta graciosamente — ¿No le vas a contar a tu manager favorito?

— Eres mi único manager — digo riendo — y no sé si deba decirte

— Michael — dice en un tono de dime por favor

Michael Jackson| Mi Otra MitadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora