『Foxy x Bon』ＲＥＴＩＦＩＳＭＯ『+18』

『Dieciocho』

RETIFISMO VOLVIÓOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

FELIZ DÍA DE SAN VALENTÍN!! ¿QUÉ MÁS IRÓNICO QUE UN CAPÍTULO DE LA HISTORIA MENOS ROMÁNTICA DISFRAZADA COMO UNA COMO REGALO DE SAN VALENTÍN? YA SÉ, ME AMAN, PUEDEN DECIRLO, NO SE REPRIMAN

... Aunque probablemente muchos se hayan olvidado de Retifismo, no los culparía, estuve en hiatus pOR TRES JODIDOS MESES, COMO SI FUERA POCO. Pero poco a poco voy a escalar de nuevo, ya verán >:'D

Lamento mucho el hiatus, por cierto, realmente tenía la cabeza saturada y no me salía ni una palabra. Preferí dejar esto en el refri un tiempo, para volver con todo y no traer una cosa forzada porque sí-

Y también que seguramente esto no será lo mejor que leerán en su vida, ni en el libro en sí... Pero les explico porqué. Pienso dejar un par de capítulos de "puente", ahora que Bon y Fox están un poco distanciados (al menos físicamente ngkgnk), donde la cosa va a estar un tanto más calmada para conocer un poquito mejor a los personajes y su pasado, y así avanzar con bases más firmes.

Tengo trama bien definida para unos 30 capítulos aprox. (aunque tampoco terminaría ahí), así que tranquis que esto tiene para rato, y sé que les va a encantar >:')))) trataré que valga la pena cada espera >:D

***

Arrastrando los pies, un agotado Bonnie llegó a casa.

Aun si sus preocupaciones no eran las más grandes, el día se le había hecho demasiado largo. Dar tantas vueltas, caminar de un sitio al otro y hablar con medio mundo, sin ser su costumbre, le había consumido toda la batería. Era más bien del tipo que prefería quedarse en su dormitorio escuchando música, pero las cosas lo estaban empujando a salir de su cueva.

Para colmo de males, como si el mundo estuviese a favor de su amargura, llovía a cántaros, así que en cuanto puso un pie en casa se dirigió al baño para ducharse prestamente y entrar en calor. Sus padres no lo recibieron; supuso que estaban trabajando, como de costumbre. Suspiró entrecortadamente, tratando de que no le importara, mientras se ponía el pijama y metía la ropa mojada en el lavarropas. No ayudó a que sus pies y cuerpo se sintieran menos pesados.

Ya habían pasado como dos días desde que Foxy había pasado por ahí, pero podía jurar que aún había olor a sangre en el baño.

Rezaba que solo fuera producto de su imaginación y que su madre no le diera un sermón. No estaba de humor de aguantarla de nuevo, como tras encontrar la sala desacomodada la mañana anterior porque Chica y Fox pasaron la noche. En general le daba gracia, pero no era un buen momento.

Una vez en su cuarto, se tiró en la cama plácidamente, feliz de estar por fin en casa de nuevo, entre sus sábanas de aroma tenue y agradable. La sra. Millers, su progenitora, siempre aseaba su cuarto hasta el hartazgo, víctima de un ligero TOC, y echaba perfume en su cama luego de hacerla. Aunque el olor a lavanda no fuera su favorito, era una sensación muy hogareña y cálida que ya daba por sentada y le hacía mucho bien. Lo hacía sentir como un niño; le devolvía la estabilidad.

Intentó relajarse un poco dando un par de vueltas, y finalmente tomó la libreta que sacó de su pantalón, donde tenía anotado lo que había hecho durante el día: las compras por la mañana; la pasada por la casa de Spring para almorzar; el paseo de Bestia juntos por el parque; dos horas dentro de un bar ayudando a Golden a estudiar; un rato por el cuarto de Chica, y, finalmente, una llamada que le terminó de consumir el ánimo.

El ver su nombre escrito le hizo un nudo en el estómago.

Sin pensarlo dos veces, arrancó la hoja que rezaba aquél hecho, y la tiró al suelo. Aunque no le terminaba de desagradar el tener contacto con él, algo dentro de él le hacía revolver el estómago, sin estar muy seguro de qué era. Se convencía de que era por Fox para apaciguarlo, pero no se sentía del todo cómodo.