『Doce. 』

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Nota al final del cuaderno #3

"Estuve a punto de destruir mi diario.

Si Freddy no me hubiera atrapado a punto de hacerlo, nadie podría leer lo que escribí.

Según él entré en un ataque de pánico. Casi le hago daño. Yo no recuerdo eso...

Pero empecé a soñar. Tengo pesadillas casi todas las noches. Intento desahogarme en ese diario, pero... Es como si nada. Solo destrabo todos aquellos traumas, y me hace sentir terrible en vez de aliviado.

Le agradezco a Chica su buena intención...

Pero... No sé. Quisiera simplemente olvidar...

Hacer como si Bon jamás hubiera existido...

Cualquiera pensaría que eso sería fácil. Mas ocupó un espacio en vida tan marcado que quizás nunca desaparezca.

No dejo de pensar en él.

No puedo parar de llorar. De sentir dolor.

Todavía me duele. Por dentro y por fuera.

Ese fuego ardiente... Era adictivo...

Incluso tras quemarme..."

***

[...]

-Foxy- dice Freddy en tono bajo para no sobresaltar al susodicho. -¿Estás seguro que quieres seguir con esto...?

Foxy, sentado junto a él con el lapicero en mano, acaba de terminar la nota. Freddy lo miraba mientras lo hacía, y al acabar, el otro lo mira también.

Sus ojos ámbar denotan cansancio. Sufrimiento. A la vez se ven vacíos, como si su vida hubiese sido arrancada.

Asiente con la cabeza con la mirada perdida, simulando mirar a Freddy a los ojos, y aprieta ligeramente el lápiz en cuestión.

Su rostro pálido e inexpresivo no dice ni que sí ni que no. Una diminuta sonrisa se le dibuja, intentando mostrar calma.

-Sí- responde en voz baja. -Debo hacerlo.

-Está bien- dice el castaño con una mueca, incapaz de subir el volumen de voz para no arruinar el ambiente calmo que los rodea. -Tranquilo...

-...

-¿Todo en orden?

-S-sí... Solo me siento... Extraño.

-¿A qué te refieres?

La mano de Foxy se apoya en su pecho, como sintiéndose, buscando algo. Pero no encuentra nada. Después de todo, está hecha de algodón...

-Me siento vacío- murmura, casi en silencio.

Freddy suspira, haciendo todo lo posible para no demostrar lo destrozado que está por dentro. Lo que lo destroza ver a su amado en ese estado, saber que nunca podrá sanarlo.

El principal problema de Foxy fue su actitud autodestructiva. Todos los días volvía a Bon, en lugar de intentar arreglar sus problemas, exponiéndose una y otra vez. Las palabras de Freddy eran en vano. Sus cuidados eran como vendas; cubrían las heridas mas jamás las sanaban. Debía haberlas sanado solo, pero volvía a abrirlas.

Nunca pudo decir si realmente lo hacía por mero amor, sufriendo, o si le gustaba ser tratado de ese modo horrible, ya que rechazaba el cariño que sus amigos le pudieron dar.

Ahora Bon se había ido de su lado, y solo quedan las piezas para armar el rompecabezas. Debe tener cuidado de que no lo desarme adrede...

Un delicado beso se posa en su mejilla, buscando una sonrisa. Le fue regalada una mueca, casi convincente, pero por dentro todo seguiría igual. Solo juegan a que está feliz. Para eso está hecha, ¿no?

-Ámame -le pide ella, de una forma casi poética, y una lágrima asoma por sus orbes oscuras.

-Siempre te he amado- susurra él, dándole un beso en los labios intentando contener su tristeza.

Absorberá todas sus malas energías hasta que en ella solo quede lo bueno, lo hermoso, lo que la caracterizaba... No puede permitirle otra desilusión...

-Ámame hasta que él regrese -le pidió abrazándolo.

-Eso haré... -responde sintiendo que lloraría. Su corazón empieza a pesarle... -Eso haré...

『Foxy x Bon』RETIFISMO『+18』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora