cap 17

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Capítulo 17

Narra ____

Ahí estaba, parado con su hermoso traje, parecía un Adonis en persona, sus ojos tenían un brillo único y su sonrisa me provocaba esas malditas mariposas en el estómago. No lo quería aceptar ¡Pero vamos! Mi mejor amigo era hermoso y lo estaba empezando a mirar con ojos mas allá de la amistad, aunque no estaba dispuesta a perder una amistad por unos estúpidos sentimientos que no eran correspondidos. 

Me acerqué a el y besé su mejilla

-Estas genial, idiota

-Tu estas hermosa princesa.- ¿Cómo no mirarlo mas que como amigo si es un tierno?

-Gracias, vamos?

-claro

Tomo mi mano, me saque mis tacones y nos adentramos en la arena, sintiendo como mis dedos se hundían en los granos de arena, caminamos hasta toparnos con pequeños escalones de madera que llevaban a una gran fogata, ya encendida para disfrutar luego de la cena, nuestros amigos y familias ya se encontraban en la mesa, que estaba ubicada dentro de la gran carpa blanca, a excepción de Marina y Zayn que se los distinguía a lo lejos tomados de la mano, dando un paseo por la playa a orillas del mar.

-Se me adelantaron, tenía planeado dar un paseo juntos por la playa contigo antes de la cena, pero tendremos que esperar. 

Su voz ronca y baja cerca de mi oído me hizo estremecer, me estaba invitando a dar un paseo por la playa juntos!!!! Por dios!!!!

Yo solo asentí con un leve movimiento de cabeza, en señal de que lo había escuchado, ya que no tenia palabras por decir. Seria una larga noche, pero quizás la mejor de todas.

La cena paso entre charlas, recuerdos y risas por parte de nuestros padres, que resultó ser que MI MADRE había tenido una relación AMOROSA con el Irlandés tierno de ojos azules. Raro, lo se, pero bueno.

La media noche se acercaba y moría por saber qué me regalaría Justin y también deseaba ver su cara al ver el hermoso collar que le había comprado.

11:59, y todos salimos de la carpa con una copa de champagne en la mano para recibir la navidad, nos acomodamos alrededor de la fogata y miramos el cielo, que en ese momento era iluminado por miles de fuegos artificiales de muchos colores, era hermoso, simplemente no tenía palabra para describirlo. Mi piel se eriza al sentir un húmedo beso en mi cuello y dos fuertes manos tomar mi cintura….

-feliz navidad mi pequeña adrenalina,- Justin se encontraba detrás de mí con sus manos en mi cintura y su cabeza apoyada en mi hombro, sin dudarlo me gire lo mas rápido posible, quedando nuestros rostros juntos, tan juntos que nuestras narices se rozaban y nuestras respiraciones se mezclaban, podía sentir su perfume, y al mirar esos perfectos ojos miel vi que desvió su mirada a mis labios y luego la volvió a mis ojos, sentí como sus manos pasaban de mi cintura a mis mejillas en pocos segundos y como acercaba mi rostro al suyo y se inclinaba para juntar nuestros labios en un perfecto beso. Me tomo varios segundos reaccionar, pero en cuanto lo hice no solo se lo correspondí moviendo mis labios en sincronización a los suyos si no que también pase mis manos por su cuello y enterré mis dedos en su suave cabello. Era un beso tierno y lento, y aunque me costara aceptarlo estaba cargado de amor. Nos tuvimos que separar por la falta de aire, pero solo unos segundos, para respirar y volver a unir nuestros labios, pero esta ves en un beso mas rápido pero tan lleno de amor al igual que el primero, al sentir su lengua rozar mi labio inferior caí en la realidad, y me separé solo un poco para pegar mi frente a la suya y sentir como varias miradas se posaban en nosotros, abrí mis ojos muy lento, no queriendo despertar si es que eso era un sueño, pero no lo era, gracias a dios no lo era, había besado a Justin y me había olvidado del mundo por unos minutos, horas o el tiempo que haya sido que nos besamos, pude ver como sus mejillas se tornaban rojas y sentía las mías arder, probablemente estaría igual o peor que las de él. Gire mi cabeza y me separe de él, encontrándome con 6 pares de miradas fijas en nosotros, mis mejillas quemaban de lo ruborizadas que estaban, Harry, Marina, Zayn, Valeria, Niall y Luichi (Luisana) nos miraban con una mirada cómplice y una sonrisa de felicidad en sus rostros.

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