Capítulo 34.

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Narra Pablo.

El concierto de esta noche ha sido brutal. El teatro estaba a reventar, todo el mundo se ha dejado la voz en cada canción y yo me he dejado el alma, hasta he llorado de la emoción.

Ari: ¿Ves como no era un engaño el sold out? -me dice riendo- Te dije que eras un paranoico... -besa mi mejilla-

Pablo: Sí, ahí tienes razón. Pero estaba muy nervioso y empecé a volverme loco -río-

Ari: Tú siempre estás loco... -se ríe de mí-

Pablo: Graciosa... -le saco la lengua-

Me abrocho el cinturón de seguridad.

Pablo: ¿Estamos todos ya?

Rafa: Sí, ya podemos irnos.

Arranca el coche y ponemos rumbo al hotel.

Desde que Ari y yo hablamos en el camerino en la prueba de sonido, no he podido dejar de pensar en que puede que esté embarazada y sólo pensarlo, me hace el hombre más feliz del mundo. No veo el momento de que se haga el test.

Lo cierto es que a ella no la he visto muy contenta. Cuando le pregunté si se alegraba de que hubiera una mínima posibilidad de que tuviéramos un bebé, no obtuve una respuesta por su parte, sólo se limitó a decir que tenía miedo. Y la creo, yo también tengo miedo. Si el test da positivo, será todo nuevo para ambos, pero sé que estaremos juntos y conseguiremos todo lo que nos venga.

Abrazo a mi novia y ella pone su cabeza en mi hombro.

Pablo: ¿Estás nerviosa? -le susurro en el oído para que no me escuche nadie-

Ari: Mucho... -susurra y me abraza aún más fuerte-

Sonrío.

Al cabo de veinte minutos llegamos al hotel.

Esperanza: Chicos, mañana tenéis el día libre. Menos tú, Pablo.

Pablo: Sí, ya sé... Tengo dos entrevistas con la televisión y la radio.

Esperanza: Exacto, pero la tarde es toda tuya -posa su mano en mi hombro- Te veo aquí a las nueve, ¿sí?

Pablo: Perfecto.

Nos despedimos todos y nos vamos a nuestras respectivas habitaciones.

Al entrar, se cambia y se pone uno de sus camisones de seda que me traen loco y se desmaquilla, mientras que yo me ducho dejando atrás todo el cansancio.

Ari: Ha llegado el momento -dice mientras busca en su bolso el test-

Me acerco a ella y cojo sus manos.

Pablo: ¿Segura? -asiente- No te quiero presionar a nada...

Y sí, es cierto que me muero por saber si lleva un hijo mío o no en su vientre, pero no quiero presionarla en nada.

Ari: Tengo mucho miedo, pero sí, estoy segura -coge mi cara- Salgamos de dudas cuanto antes.

Saca el predicto de su bolso y va a entrar al baño, pero la detengo.

Pablo: Antes que nada -cojo la mano que tiene libre- Quiero que sepas que sea cual sea el resultado yo estaré aquí siempre. Si da positivo, os cuidaré a ti y a ese bebé con mi vida y si da negativo, estaré a tu lado para seguir intentándolo -sonríe-

Ari: Te amo -dice antes de entrar al baño-

Los minutos que está allí dentro se me están haciendo eternos, no dejo de dar vueltas por la habitación, estoy muy nervioso.

Vuelvo A Verte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora