Capítulo 43.

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Narra Ari.

Bajo del taxi que he pedido cuando he salido corriendo del hotel.

Pablo me ha estado llamando y mandando Whatsapps. Pero, no le he cogido ninguna de las diez llamadas que me ha hecho y tampoco le he respondido a ninguno de los mensajes.

Cuando llego a la puerta de Juan llamo automáticamente.

Él me abre sin pregunta alguna y me abraza cuando ve que mis lágrimas no dejan de bajar por mis mejillas.

Juan: Linda... -besa mi pelo- Ya está... -él intenta tranquilizarme, pero yo simplemente soy incapaz de hacerlo- ¿Qué ha pasado?

Nos sentamos en el sofá y Mariana me trae un vaso de agua.

Ari: Yo lo vi... -hablo entrecortado- A él... Con ella... Y... -Juan me corta-

Juan: Bebe antes de seguir, te vas a poner peor... -besa mi frente-

Ari: Gracias -sonrío como puedo a Mariana-

Ella me regala una tierna sonrisa, mientras acaricia mi pelo y se pone a mi lado.

Ari: Le pillé besándose con otra -suelto sin más-

Esa imagen de ellos dos besándose me viene a la mente una y otra vez y parace que no se quiere ir. Es como un bucle del que no puedo salir.

Duele y duele mucho.

Juan: Yo te advertí que él te volvería a hacer daño... -me abraza-

Ari: Lo de Los Ángeles fue todo una mentira para que me volviera a España a cumplir mi sueño -Juan se queda con la boca abierta, él no sabía esto-

Cuando Pablo y yo volvimos, al poco tiempo Juan se vino por trabajo aquí, a Argentina con Mariana y apenas tuvimos tiempo de hablar. Así que no se lo pude contar.

Juan: No sabía eso...

Ari: Sí, lo sé. Cuando Pablo me contó la verdad y volvimos, al poco tiempo tú te viniste para acá y tú y yo no pudimos hablar de eso.

Vemos que Mariana se levanta del sofá.

Mariana: Chicos, yo me voy a ir a terminar la cena. Hablen de sus cosas tranquilos, chicos.

Ari: Mariana, no -toco su brazo- Tranquila, quédate. Así tengo una opinión femenina acerca de todo esto -sonrío- Te aseguro que la única respuesta que me dará Juan será que lo mate o algo parecido -ambas reímos-

Juan: Sí, mi amor, quédate. La cena la terminamos después los tres -besa sus labios cortamente-

Mariana: Está bien.

Ari: Y... -volvemos a la conversación- Lo de Los Ángeles fue mentira, pero os aseguro que lo que acabo de ver era muy real -una lágrima atraviesa mi mejilla-

Estoy cansada de que me hagan daño. No me merezco tanto sufrimiento.

Juan: Relájate... Ese es muy poco hombre para haberte hecho eso. Ari, él no te merece. Debes alejarte de él y cuanto antes lo aceptes y antes te vayas de su lado, mejor.

La pregunta es... ¿Cómo hacerlo? Si ahora por más que quiera alejarme de él y desprenderme de todo lo que tenga que ver con él me es imposible. En mi vientre llevo un hijo suyo. Un ser tan puro e inocente que no merece nada malo en esta vida.

Ari: No es tan fácil... -intento que entre en razón, él no sabe lo de mi embarazo-

Juan: Tienes que hacerlo por tu bien.

Vuelvo A Verte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora