Capítulo 48.

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Narra Pablo.

Me revuelvo entre las sábanas en busca de su cuerpo pero, no lo encuentro.

Abro los ojos lentamente y ella no está a mi lado. Me levanto y ahí la veo, apoyada en la barandilla de la terraza, mirando el horizonte. Su pelo largo y castaño cayendo como una cascada sobre su espalda es una fantasía, a eso le sumamos el perfecto culo que tiene... Le siguen sus largas, tonificadas y bronceadas piernas. Sin duda alguna, ella es mi fantasía.

Pablo: Eres lo mejor de mi vida -le digo rodeando su cintura desde atrás con mis brazos-

Ella se asusta.

Pablo: Perdón, no quería asustarte -beso su mejilla-

La noto rara, seria, incluso diría que está triste.

Pablo: ¿En qué piensas? -mi prometida se da la vuelta para quedar frente a frente-

Ari: Pensaba en que tu sueño se hizo realidad -sonríe levemente-

Pablo: No entiendo...

Ari: Aquel que tuviste cuando nos separamos -acaricia mi cara-

Sonrío. Me acuerdo perfectamente de ese sueño. Siempre deseé que se me cumpliera y por fin... Se hizo realidad.

Pablo: Ya sé... -digo feliz- Pero, no es eso lo que te tiene así.

Ari: A veces odio que me conozcas tan bien... -suspira-

Pablo: Cariño... Vamos a tener un hijo y nos vamos a casar, créeme que te conozco muy muy bien -ambos sonreímos- Así que ahora me vas a decir el porqué de esta actitud.

Creo saber porqué está así pero, necesito que ella lo saque fuera.

Ari: Es que no entiendo porqué tiene que estar aquí empañando toda mi felicidad -sus lágrimas amenazan con salir, lo veo venir- ¿No le bastó destrozarme la vida en Los Ángeles? No, ahora tiene que venir a romperme más de lo que lo hizo ya. ¡No es justo, joder! -espeta con rabia-

Pablo: Amor... -le abrazo cuando rompe a llorar-

Ella se aferra a mí más que nunca, me necesita.

Pablo: Ya le rompí la cara una vez y créeme que no me importa hacerlo una segunda -digo intentando sacarle una sonrisa pero, mi intento no tiene resultado- Mi amor, mírame -levanto su cabeza- Yo no dejaré jamás que ni él, ni nadie os haga daño, ¿me oyes? Nunca -me besa-

Ari: Te amo con todo mi corazón, Pablo -beso su frente- Y sé que estarás aquí para protegernos pero, tengo miedo de lo que pueda hacer... Sé de lo que es capaz de hacer Eric y ya no soy yo sola, ahora está este bebé que crece a cada instante dentro de mí y debo protegerlo con mi vida si es necesario -acaricia su vientre-

Me duele en el alma verla así, tan rota, confundida y triste.

Pablo: El que os va a proteger con su vida si es necesario voy a ser yo, te lo prometo -me da una tierna sonrisa y acaricia mi cara- Y ahora vamos a desayunar, que mis dos amores tienen que alimentarse -asiente y entramos en la habitación para pedir el desayuno-

[...]

Narra Ari.

Fue ayer cuando me enteré que él estaba aquí y tengo pánico de volver a verlo en cualquier lado de esta ciudad.

¿No es grande el mundo que ha tenido que venir a parar donde estoy yo? Justo ahora que la felicidad me estaba abarcando por completo, tiene que llegar y empañar toda esa felicidad.

Vuelvo A Verte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora