Otoño/Septiembre
Si había una forma en que Taehyung estuviera más desesperado en una instancia sería exactamente esta. Por qué quedarse en viva esperanza con los ojos abiertos de par en par a las cinco de la madrugada, incluso si tenía trabajo temprano, le daba exactamente igual. Los historiales de todos sus navegadores se encuentran repletos de búsquedas infinitas sobre la agencia Ágora y todos los datos, buscando alguna forma de contactar a alguien que tuviera relación con su pequeño. Pero ya de tantas horas en la misma actividad sin una señal de tales compañeros, pierde un poco la motivación, esas personas que aún se encontraban vivos en su cabeza gracias a todas las veces que Jungkook hablaba sobre ellos. Recordándolos con una sonrisa en el rostro y brillo en los ojos, tan puro y agradecido.
Definitivamente Taehyung no podría olvidar nada de lo que Jungkook hablaba cuando este entraba en completa confianza.
Pero ahora así se encontraba, preocupado, ansioso, hiperventilado, nostálgico. Porque el simple hecho de dormir durante un mes en una cama completamente vacía sin la presencia del menor era el mismo infierno en su vida, sin saber absolutamente nada sobre él. Él, de quien cuidaba como el mismo diamante más valioso de todos, lo imaginaba tan al descubierto por su propia culpa.
El sol asoma desde la ventana de la habitación indicándole el próximo amanecer, y sintiéndose culpable de no cuidar sus horas de sueño como es debido.
Entre pensamientos distantes, tapea la pantalla de su teléfono en desesperanza. Analizando el perfil de un Ágora como tantos de los que había visto esa misma noche por medio de la aplicación de Instagram, comienza a bajar buscando alguna señal del castaño.
Y para su sorpresa, ahí lo ve, como un cruel y resaltante retrato junto al chico del perfil.
La fotografía es tan actual como dolorosa, sin embargo sus ojos no son capaces de apartar la vista de ese rostro tan añorado y renombrado en los sueños que creaba en mente.
Tenía más ojeras de lo normal. Tampoco traía maquillaje, cosa que nunca antes después del encuentro había presenciado. Simplemente era él, en todo su esplendor y belleza natural. Pero tan decaído y lejano al brillo que le caracterizaba.
Rápidamente Taehyung se dirige al Direct del perfil, comenzando a teclear con rapidez.
¿Hola?
Lo siento.
Seong ¿cierto?
¿Hola?
Envía mensajes separados, esperando que el chico que recibe todos los recados se alarme por las notificaciones, el visto aparece en la pantalla luego de unos segundos y siente como el latido en su pecho aumenta carrera. Espera, asustado de que ninguna respuesta era revelada todavía.
¿Taehyung?
Dios...
No es bueno que me hables.
¿Eres amigo de Jungkook?
¿Cierto?
Se asusta al no recibir ningún mensaje inmediato.
¿Seong?
Jimin.
Ese es mi nombre.
Y sí, soy su compañero de cuarto.
Por favor...yo solo quiero saber cómo está.
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Ágora; vk
FanfictionUna elegante prostituta como él no tenía derechos a las libertades del amor. Y llegó Taehyung rompiendo todos sus esquemas, como si la vida entera estuviera hecha para su interrupción.