Ágora; vk

l o v e y o u r s e l f;

Julio // Verano

La elegante puerta del lujoso baño abrió bruscamente dejando entrar la presencia de Min Yoongi, exhausto y alerta, la agitada respiración que produce es callada por dos palmas que mantiene sobre su boca. Cuando el acelerado pulso dentro de sí disminuye carrera, cierra la entrada a sus espaldas para luego dejar las toallas a un lado. Limpiando el sudor en su rostro, cierra los ojos, sintiéndose desmayar por un momento, deseando que el crudo verano terminara y el invierno junto con el frió lo abrazará nuevamente. 

Volviendo a una más estable compostura poco a poco, abre la extensa ducha dejando caer el agua, lo suficientemente tibia para no morir de frio ni de calor, el sonido de las gotas cayendo molestan sus oídos pero no hay nada que pueda hacer al respecto.

Intenta con todas las fuerzas de ignorar el gigantesco espejo que ante sus ojos le es plasmado mientras se desviste tontamente. Las prendas caen al suelo en seco y no se da las molestias de recogerlas, pues la invasión de sentirse observado alerta los sentidos que posee, pero sabe que solo son recreaciones suyas. Segundos después, con lentitud levanta la mirada, hallándose atraído por la imagen en frente que hace segundos evitaba con todo su ser. Si miró el rostro por un largo tiempo, inexpresivo, parpadeando de vez en cuando, pensando en que momento esos ojos habían perdido tanta vida. Con debilidad y sin apartar la vista roza las yemas de los dedos a la extensión de su pálida piel, se desliza por los huesos de su clavícula, viajando hasta llegar a sus antebrazos, dibujando un sendero por el camino de hematomas volviéndose cada vez más pequeños hasta ser casi invisibles.

La vista en sus ojos se nubla, sintiéndose lastimado, débil. No obstante no es capaz de llorar en frente de alguien, ni siquiera si se trataba de su propio reflejo.

Con enojo aprieta uno de sus delgados brazos, sintiendo el dolor físico que se causa a sí mismo, y aunque el daño sea molesto y poco satisfactorio, no se detiene. Porque la tortura no es suficiente, porque no logra superar el mal emocional que sufría en ese momento.

Una solitaria lágrima cae hasta desvanecerse en la barbilla. Comienza a temblar mientras el agarre que ejercía aumentaba, y entre un sollozo deja caer sus fuerzas observando como los músculos en su cara se comprimen en una penosa expresión. Aprieta los labios entre su dentadura limitando quejas a simples sonidos poco bulliciosos. ¿Por que simplemente la voz en su cabeza no podía callarse de una vez?

Rápidamente rechaza el panorama ante él y se adentra en la ducha dejándose llevar por el agua acariciando la desnuda complexión, cayendo como un muñeco de trapo, se desliza hasta llegar a las frías baldosas y solloza libre, dando las gracias de que el ruido cubriese su lastimoso llanto.

Comenzó a repetirse mil veces cuanto se repugnaba a sí mismo, cuanto odiaba el objeto en el que se había convertido, cuan duro había sido Abril ese año, y cuan dura la primavera había sido con él.

Cuanto desearía morir y ser libre en ese mismo instante.

¿Pero dejar solos a las únicas personas que lo han apoyado inclusive en la tal dura rebeldía que por momentos había adoptado?

¿Qué pasaría si ellos supieran como en verdad se sentía? ¿Cómo en verdad lloraba a escondidas cada vez que se encontraba en soledad?

Como en verdad no era el chico duro que pretendía ser...

"Ridículo"

Se proclama a sí mismo, llegando a un punto donde desconoce si la humedad en su rostro eran las lágrimas aun cayendo por sus ojos o el agua intentando camuflarse entre ellas. Puede escuchar las voces sintiendo lastima por él, las voces de sus padres murmurando lo penosa que su existencia se había vuelto, y dando las gracias por eso.