La determinación de Yoko

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Satoru Hiroshi: ¡Como que no pueden curarlo! – le grito el cazador errante al doctor del hospital mientras lo sostenía del cuello de su bata.

Doctor: Ya... ya se lo dije se... señor Satoru, no tenemos el antídoto para ese veneno... ni siquiera otro tipo de antídoto puede detener el avance, ya lo intentamos con el otro cazador que trajo el chico peliplata pero lamentablemente... – el doctor desvió la mirada muy arrepentido – termino muriendo.

Satoru soltó al doctor, retrocedió lentamente hasta apoyarse en la pared y llevarse una mano a la cara por la frustración que tenia; desde que trajo a Spike al hospital los médicos inmediatamente lo atendieron llevándolo a la sala de urgencias y dejándolo a él esperando afuera. Luego de unas tortuosas horas para el cazador el doctor le dijo que pase y lo que vio en la cama de ese cuarto no le gusto en absoluto.
Spike estaba durmiendo o eso parecía; tapado hasta el cuello, con una respiración jadeante y un color carmesí muy notorio en su rostro... se notaba a leguas que el pobre dragón estaba sufriendo y eso solo le causo más desdicha a su maestro.

Satoru no perdió el tiempo y encaro al doctor el cual le dijo la verdad sobre su estado y que no tenían el antídoto a la mano.

Doctor: Pero es un milagro que el chico sobreviviera – dijo el doctor ganándose la atención de Satoru – Le tomamos el pulso, la temperatura e inclusive unas muestras de sangre cada hora, el avance del veneno es lento a comparación del otro cazador – Satoru atribuyo eso porque su aprendiz era un dragón de otro mundo lo cual solo él, sus gatos y el gran cazador sabían... y por lo visto también su ex-compañera Emiko.

Satoru Hiroshi: ¿Aun hay una forma de salvarlo no es así? – le pregunto al doctor que en un primer momento no quiso responderle pero la mirada fulminante del cazador no le dio más opciones.

Doctor: Si, hay algo que puede eliminar cualquier veneno pero el problema es que crece en la zona volcánica, en la cima del volcán para ser más exactos, pero en la situación que se encuentra la aldea es imposible salir.

Satoru comenzó a hacer memoria, algo que crecía en la cima del volcán... solo había una cosa que podía crecer a tal extremas temperaturas y esa era...

¿1?: ¡Oigan no pueden pasar sin permiso!

La puerta del cuarto fue abierta de improviso de la cual entro un cazador de pelos azabaches con un color carmesí en las puntas y una chica wyverian de pelo celeste largo; cada uno con sus respectivos compañeros Felyne.

Aurian/Mina: ¡Como esta Spike! – gritaron al unisonó preocupados sin impórtales la señal de silencio que hacia el doctor.

En ese momento se fijaron en la cama donde estaba acostado el dragón. Aurian se acerco a su amigo y trato de hablarle pero lamentablemente no le respondía, Mina solo los vio a las distancia y se sintió mal al igual que el cazador del parche que desistió en hablarle a Spike.

Ambos después de que regresaron de la misión no le dirigieron ninguna palabra a su amigo y cuando escucharon la noticia que el joven cazador aprendiz de Satoru estaba internado en el hospital, no lo dudaron dos veces y salieron corriendo de sus casas como alma que se los lleva el diablo para ver a su compañero, dejando de lado el mal sabor de boca que les había hecho sentir cuando se enfrentaron a ''ese'' cazador de armadura anaranjada que los humillo haciéndolos ver como unos principiantes.

Doctor: ¡Ustedes no pueden estar aquí, les pido que se reti...

Satoru Hiroshi: Déjelos doctor – pidió amablemente el cazador – después de todo ellos son sus compañeros de equipo – dio una leve sonrisa a los dos chicos al ver que se preocupaban por su aprendiz.

Spike The HunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora